Los vigentes campeones del mundo hasta el momento el centro de las mayores polémicas técnicas de la F1 en la presente temporada, incorporando agujeros en el suelo del monoplaza, mapas motor que bordean la ilegalidad y dispositivos de ajuste del peso, entre otros ingenios. Incluso el jefe del equipo, Christian Horner, perdió los nervios esta semana cuando algunos medios alemanes le citaron refiriéndose a las citadas polémicas como "gilipolleces".

Mientras, Marko -auténtica mano derecha del propietario de la escudería, Dietrich Mateschitz- negó en una entrevista con el canal germano RTL que Red Bull sea demasiado "agresivo" a la hora de interpretar la reglamentación.

"Simplemente somos más creativos", afirmó. "Nos movemos dentro de la normativa, pero está claro que también miramos cómo podemos hacerlas funcionar mejor para nosotros". Además, subrayó que "otros equipos" no son tan buenos como Red Bull en este aspecto.

"Cuando nos ven hacer algo, o lo copian o tratan de hacer que se prohíba", manifestó. "Los celos y la envidia que vemos en el paddock se deben a que hemos ganado los dos últimos años y a que no somos un equipo tradicional. Creo que esto ha alimentado su resentimiento y esos intentos de distraernos de algún modo", sentenció.

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