Lamborghini es una de las marcas automovilísticas más prestigiosas de cuantas existen a lo largo y ancho del planeta. Y como buen fabricante de superdeportivos, adquiere una deuda moral con sus seguidores que se traduce en el deber de destacar en el mundo de la competición, y cuanto más alto se apunte, mejor.

Sin embargo, Lamborghini no ha tenido una larga tradición en Fórmula 1, más bien su estancia fue efímera y carente de resultados, si bien su motor V12 de 3.5 litros aun es recordado por muchos aficionados por su dulce sonido. Pese a esto, a Lamborghini se le continúa pidiendo un compromiso con la Fórmula 1 más con un hombre como Stefano Domenicali, fuertemente ligado al Gran Circo, al mando.

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Aprovechando la presentación mundial del nuevo Lamborghini Aventador S en la ciudad de Valencia a la que Car and Driver asistió como invitado, Domenicali fue preguntado por la posibilidad del desembarco de esta marca tan emblemática en la Fórmula 1. Stefano, con tono melancólico reconoció que es un tema sensible para él por lo importante que ha sido la Fórmula 1 en su vida, si bien rápidamente sentenció que las prioridades de Lamborghini era otras. Por supuesto, Domenicali no quiso cerrar la puerta, afirmando que en el futuro "podría ser".

A pesar del respaldo que supone el estar apoyado por un gran grupo, para Lamborghini es inasumible la inversión necesaria para ingresar en el mundo de la Fórmula 1, aunque lo hicieran únicamente como motoristas. En la actualidad, Lamborghini posee un programa muy exitoso de coches cliente en la categoría GT3, donde no solo compite en series de todo el mundo sino que además tiene sus propias copas monomarcas en varios continentes, un programa que le reporta beneficios, por lo que resulta complicado pensar en un programa como la Fórmula 1, cuyos beneficios directos nunca son monetarios y es necesaria una gran inversión para abarcarlo finalmente llegue a buen puerto.