El rendimiento de Toro Rosso a lo largo de la temporada ha ido de más a menos debido a la falta de mejoras en el monoplaza. El equipo de Faenza perdió a James Key, una de las figuras más influyentes de la estructura, a mitad de la presente campaña. La ausencia del director técnico ha sido clave dentro del descenso de Toro Rosso, pues el coche apenas ha evolucionado desde la primera carrera y las únicas actualizaciones significativas han llegado por parte de Honda.

McLaren anunció el fichaje de Key justo antes del parón veraniego, pero Toro Rosso apuntó que tenía un contrato vigente con ellos hasta 2020. Las negociaciones entre las dos partes siguieron un mes después con Key manteniéndose alejado de la actividad durante un periodo indefinido de tiempo, por lo que McLaren todavía no puede contar con los servicios del altamente valorado director técnico.

Desde la salida de Key del equipo, Toro Rosso no ha incorporado ninguna mejora al monoplaza, algo que les ha hecho perder terreno según pasaban las carreras. El noveno puesto de Pierre Gasly en el Gran Premio de Bélgica es la última vez que la estructura sumó puntos esta temporada hasta el momento, una situación que el francés considera que se debe en gran medida a la falta de actualizaciones.

“No hemos tenido ninguna mejora en el coche desde Melbourne, o la pequeña que tuvimos en Mónaco porque la de Austria no funcionó. Así que tenemos el mismo coche con el que comenzamos el año. Claramente, empezamos a notarlo ya que nos ha costado acercarnos al top 10 recientemente porque otros equipos están mejorando y nosotros no”, señaló Gasly.

Si perdemos a un director técnico, eso tiene un efecto inmediato en el rendimiento. No es una situación ideal”, añadió el piloto galo sobre la preocupante situación de Toro Rosso en su intento de mantener el octavo puesto del mundial de constructores ante Sauber, que en las últimas carreras ha conseguido reducir la distancia a solo tres puntos.