Nico Rosberg consiguió hacerse con el liderato de la carrera de Australia, que estaba en poder de Sebastian Vettel, gracias a una bandera roja y a una buena estrategia del equipo Mercedes. Después de pasadas cuatro vueltas del reinicio de la carrera, una de las partes que se desprendieron de los coches de Esteban Gutiérrez o Fernando Alonso en su accidente y que quedaron en la pista tras él se introdujeron en el conducto del freno delantero derecho de Rosberg, lo que imposibilitó que el flujo de aire pasara para refrigerar la pinza del freno.

Con el aumento de temperatura en la pinza del freno a "niveles casi críticos", Mercedes consideró la opción de retirar a Rosberg a pesar de la cómoda ventaja con la que contaban. Además, la restriccion en la información por la radio significaba que no podían comunicarle cómo iba la situación vuelta tras vuelta.

"Normalmente, el aire fluye a través del conducto de freno para enfriar la pinza de freno y discos. En la vuelta 30, Nico cogió un trozo de otro coche que había en la pista que se quedó atascado en el conducto de frenos, eso obstruyó el flujo de aire e impidió una refrigeración suficiente. Esto causó que la temperatura subiera a un nivel potencialmente crítico", han explicado desde Mercedes.

A pesar de esto, Rosberg fue capaz de controlar la situación con un nuevo estilo de pilotaje provisional, pues cambió la distribución del frenando además de levantar el pie del acelerador e intentar tocar el freno lo menos posible. Logró aguantar en pista con este gran inconveniente durante un total de 27 giros.

"Nico podía manejar este problema desde la cabina de dos maneras, en primer lugar, adaptó su estilo de conducción para poder levantar el pie, dejarse deslizar y usar la resistencia del aire para frenar el coche sin perder demasiado tiempo. También tuvo que ajustar el reparto de frenada para reducir el peso sobre los frenos delanteros. A pesar de que el problema alcanzara niveles casi críticos, pudo estabilizarse. Nico decidió mantenerse en la pista y conseguir pasar la bandera a cuadros", han explicado desde el equipo alemán.

Mientras tanto, Mercedes también reveló el efecto que tuvo limitar las comunicaciones entre equipo y piloto. Los equipos realizaron 48 transmisiones en comparación con las 98 del año anterior. En el caso particular de Mercedes, se llevaron a cabo tan sólo ocho por las 21 que hicieron en 2015.