McLaren se hundió en Canadá. La escudería británica registró su peor carrera en lo que va de temporada. Los problemas de fiabilidad y los infortunios se cebaron con Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne, sumado un MCL33 que estuvo lejos de un ritmo competitivo durante la clasificación y carrera en Montreal.

En Woking quieren olvidar cuanto antes una prueba donde Alonso se vio forzado a abandonar y en el que Vandoorne no pudo ser más que 16º. “Hoy ha sido un día para olvidar y pasar página para McLaren”, afirma Eric Boullier. “Aunque los dos pilotos han hecho un buen trabajo evitando el caos de la primera vuelta, Stoffel ha reportado un pinchazo tras pasar por encima de los los restos y su parada le ha hecho perder mucho tiempo con el Coche de Seguridad en pista. Para complicarlo, ha pasado la última parte de la carrera con un problema de administración de energía intermitente, que estamos investigando. Considerándolo todo, ha luchado durante toda la carrera para terminar 16º”, añade el jefe de equipo.

Fernando Alonso rodaba décimo cuando un problema en el escape de su unidad de potencia le obligó a detener su monoplaza en el garaje. “Cuando pensábamos que era posible sumar puntos, ha vuelto a tener mala suerte y se ha visto obligado a retirar el coche tras perder presión de alimentación debido a una rotura del tubo del refrigerador. Aunque es muy frustrante, es un problema inusual, que no esperamos que nos afecte en el futuro”, explica Boullier.

Boullier apela al continuo trabajo y dedicación que McLaren practica en su sede de Woking. El objetivo es recuperar para Francia y dejar atrás el mal resultado de Montreal. “A partir de aquí lo importante es levantarnos y centrar nuestra atención al regreso a Europa y a las tres carreras consecutivas en las próximas semanas. Con un enfoque renovado, trabajo duro y mejor suerte, esperamos que nuestra fortuna cambie”, concluye.