El test de Lewis Hamilton con una Yamaha del mundial de Superbikes en Jerez ha dado mucho de qué hablar, y no solo por la pequeña caída que sufrió mientras rodaba. El británico se subió a una de las monturas del equipo de fábrica de Yamaha para completar un día de pruebas acompañado por los pilotos oficiales de la escuadra, Alex Lowes y Michael van der Mark.

A pesar del percance que sufrió Hamilton, que no le impidió seguir rodando al manillar de la Yamaha, parece que su entorno quedó bastante satisfecho con el ritmo del piloto incluso aunque se tratara de un test por diversión. Después de terminar la jornada de pruebas, Hamilton explicó por las redes sociales lo mucho que había disfrutado a bordo de la Yamaha.

“Buenos días. Me he despertado sintiéndome genial hoy, echando de menos pilotar la Superbike. Para vuestra información, siempre me han gustado más las dos ruedas que las cuatro. Siempre quise tener una moto desde que era niño, aunque me siento súper agradecido porque mi padre me consiguiera un kart”, versaba la publicación.

“Ahora mismo, mi amor es mi moto. Tengo un enorme respeto por los pilotos de motociclismo. Es una disciplina totalmente diferente que requiere aspectos básicos como tiempo, paciencia, concentración, agilidad, no tener miedo y tomar riesgos. Todo ello hace que el deporte sea emocionante, añadió.

Tras tal declaración de amor por las motos, Valentino Rossi no tardó en invitar a Hamilton a rodar en su rancho en Italia. Este circuito de dirt track es el que usa el nueve veces campeón del mundo de motociclismo para entrenar, además de ser la sede de su programa de jóvenes pilotos VR46 Riders Academy.

“Hamilton es un gran aficionado de las motos. Sigue las carreras y siempre me manda mensajes. Él exagera un poco, ya que alaba a los pilotos de motos diciendo que somos los que tomamos riesgos reales. Tiene que venir al rancho un día, declaró tras llevarse el triunfo en los ‘100km dei Campioni’ junto a su protegido y también piloto de MotoGP, Franco Morbidelli.