La tensión entre Red Bull y Renault ha alcanzado su grado más elevado en meses. En Brasil, el último capítulo de esta historia lo protagonizó Toro Rosso. Los de Faenza emitieron un comunicado en el que se defendían de las acusaciones de los galos, pues éstos aseguraban que el segundo equipo de Red Bull era el culpable de las roturas de motor por el mal uso que les daban a las unidades de potencia francesas.

Toro Rosso explicó en su texto que Renault no había fabricado las suficientes piezas que garantizase el suministro en caso de problemas. Además, Red Bull confirmó tras el GP que había corrido con un mapa de motor más conservador para no arriesgar la mecánica. Por ello, Max Verstappen se muestra molesto con las maneras de Renault, pues cree que un proveedor debe contar con piezas de recambio, y culpa a los galos por haberse centrado demasiado pronto en 2018.

"Por un lado, puedo entenderlo. Pero por otro lado, si tienen tantos problemas con la fiabilidad durante la temporada, entonces como proveedor debe hacer lo que pueda para tener suficientes piezas", asegura Verstappen a De Telegraph. "Es lo lógico. Es frustrante, pero también tenemos que aceptarlo. Después de cuatro carreras muy buenas, es una lástima, pero también hay que ser realistas. El coche en sí fue bueno en Brasil", añade.

"Es frustrante, pero tenemos que aceptarlo"

Por otro lado, Niki Lauda, presidente no ejecutivo de Mercedes, cree que Ferrari y Renault sacrificaron la fiabilidad por ganar unas pocas décimas que les acercase a los de Brackley, lo que, en su opinión, les ha costado victorias en varios GP.

"Como teníamos un coche con un rendimiento errático, no podíamos pagar ningún problema de motor. Entonces Toto y yo le preguntamos a Andy Cowell qué era más importante: encontrar una décima o seguir siendo fiables. Después de todo, no se puede ganar un campeonato sin fiabilidad. Ferrari y Renault se decantaron por la búsqueda de rendimiento y perdieron Grandes Premios", señala Lauda a la Gazzetta dello Sport.