Los primeros cálculos indicaban que los nuevos Fórmula 1serían alrededor de cinco segundos más rápidos en comparación a los monoplazasde 2016. La pole de Lewis Hamilton en Melbourne fue más de cuatro segundos másveloz que su registro de 2015, aunque solo rebajó el tiempo del año pasado enpoco más de segundo y medio. Max Verstappen considera que la mejora derendimiento de los coches no será la misma en todos los circuitos.

“Habrá que ver qué pasa en otras pistas. Por ejemplo, en Barcelonapodrían ser cinco segundos más rápidos porque es un circuito que favorece a laaerodinámica. Quizás en Monza se vaya más lento que el año pasado, perodependerá de los trazados”, explicó el piloto de Red Bull.

De todas formas, el neerlandés admite que está disfrutando delos nuevos vehículos. “Son más divertidos, sobre todo cuando tienes pocagasolina en clasificación. Son más estables en las curvas rápidas. Lo únicomalo es que cuando pierdes el control, es más difícil recuperarlo con losneumáticos más anchos. Es la única pega, porque cuando lo mantienes en pista esmucho más divertido.