Día de luces y sombras en Red Bull. Si del lado del box de Daniel Ricciardo todo eran sonrisas y alegría, en la otra mitad del garaje reinaban las caras largas. En un Gran Premio donde Red Bull lo tenía todo de cara para hacer un 1-2 en clasificación, solo el australiano ha cumplido con las previsiones al conseguir una magistral Pole de récord en las calles del Principado.

Verstappen, por su parte, ni siquiera tomó parte de la clasificación. Los mecánicos del holandés no llegaron a tiempo para reparar los daños del su RB14 tras el accidente de los los Libres 3. Además, en el impacto resultó dañada la caja de cambios, por lo que han tenido que sustituir este componente para la carrera de mañana.

El cambio llega antes de las seis carreras consecutivas, por lo que no cumplen con las exigencias del artículo 23.5ª del reglamento de Fórmula 1. El holandés fue sancionado con cinco posiciones en parrilla, aunque no hace efecto por ya salir último tras no marcar tiempo en la clasificación.

Verstappen deberá afrontar mañana una dura carrera la remontada, en el lugar menos propicio para este cometido. El piloto de Red Bull deberá buscar los adelantamientos en lugares imposibles si quiere tener alguna posibilidad de puntuar en carrera. Por potencial no será.