Max Verstappen esperaba más de un Gran premio de Italia en el que tenía su mira puesta en obtener un podio para olvidar el mal sabor de boca del pasado GP de Bélgica, en el que tuvo que abandonar por un problema en el motor Renault.

Lo cierto es que el RB13 tenía ritmo para, al menos, disputar el tercer cajón del podio a Ferrari, aunque el día no arrancó bien tras proclamarse un conato de incendio en el monoplaza del holandés en los momento previos a la carrera. Además, su toque con Felipe Massa en las primeras vueltas le obligó a parar en boxes tras sufrir un pinchazo en su rueda delantera derecha, por lo que culpa al brasileño al no dejar suficiente espacio para ambos.

"En la frenada conseguí salir de la posición, luego en la segunda curva conseguí adelantar a otro, así que está bien. Pero en la vuelta tres me he tocado con Massa, ha estropeado mi neumático y con el pinchazo tienes que parar en boxes, por lo que es muy difícil. Así que sí, parecía que había perdido la carrera ahí…", explicó a Movistar+.

"El coche ha funcionado bien, no nos podemos quejar"

Así, el piloto de Red Bull reconoce que, desde su incidente, el ritmo era bueno, aunque no fue suficiente para ir más allá de su décima posición final debido al tiempo perdido.

"Le adelanté en la recta y en la parte de la frenada ha vuelto y me ha empujado fuera de la pista; no tenía sitio para irme. Así es cómo ha sido. Después de eso, toda ha ido muy bien, el coche ha funcionado bien, así que ni nos podemos quejar. Lamentablemente no ha sido una carrera limpia, pero en Singapur debería ir mejor", concluye.