“En serio, ¿estamos jugando a los coches de choque?”. Este fue el mensaje que Sebastian Vettel emitió por radio. No se trataba del comienzo de carrera, donde el alemán tuvo un contacto por dos veces primero con Verstappen y luego una vez más con Lewis Hamilton. Tampoco se trataba, de como apuntaba alguien a través de twitter de la pasada maniobra de Bakú. Se trataba de su lucha con Felipe Massa.

Al comienzo de su remontada, Sebastian Vettel se encontró con Felipe Massa, que como el alemán, había realizado una temprana parada en boxes, rodando ambos con neumáticos blandos muy frescos, por lo que Massa fue excesivamente receloso a la hora de defender posición.

Sin embargo, el problema fue que Massa excedió los límites, retardando la frenada por el interior para intentar luchar la posición hasta el punto de perder el control del vehículo, teniendo que contravolantear y empujando a Vettel fuera de la pista, el cual también corrió un riesgo pues a pesar de haber usado el exterior, decidió igualmente finalizar el adelantamiento.

Una acción peligrosa protagonizada por el piloto de Williams que no fue siquiera investigada por dirección de carrera, algo de lo que quizás incluso haya que dar las gracias, pues con la consistencia de los comisarios perfectamente podrían haber dictaminado que Vettel debía devolver posición o algo similar.

Vettel continúo diciendo que si “¿es divertido echar de la pista al rival?”. El equipo le pidió tranquilidad a Vettel, pidiendo que se concentrara, sentenciando el alemán que no se preocuparan, que estaba concentrado.