Sebastian Vettel ha roto su silencio tras las críticas iniciales a Pirelli por su reventón en Spa-Francorchamps, y lo ha hecho para defender firmemente la estrategia de una parada que adoptó Ferrari en busca de asegurar un inesperado podio en la pista belga y que pudo contribuir a que su neumático no aguantase hasta el final de carrera.

Paul Hembery, jefe de Pirelli, mostró su sorpresa al término de la carrera por la decisión de Ferrari de ir a una parada cuando los demás equipos fueron a dos y hasta a tres en carrera.

Sin embargo el alemán, que montó su juego de neumáticos medios en la vuelta 14 de 43 para llegar hasta la bandera a cuadros, algo que para Pirelli fue un exceso de uso y de ahí los problemas que tuvo, ha elegido su propia página web para echar abajo cualquier teoría de que la apuesta de la Scuderia fue peligrosa.

"Solo para dejar las cosas claras: el equipo y yo decidimos nuestra estrategia de carrera juntos”, afirma el tetracampeón. "Apoyo al equipo y el equipo me apoya a mí; esto es lo que nos hace un equipo. Nuestra estrategia no fue arriesgada en ningún momento. El equipo no tiene la culpa", concluye el comunicado.