Tras una semana de descanso tras lo ocurrido en el GP de Mónaco, toca cruzar el charco para viajar hasta la isla de Notredame en la ciudad canadiense de Montreal. Allí, Sebastian Vettel tratará de cortar la racha de victorias consecutivas de Mercedes y empezar su propia racha o, al menos la de una Scuderia Ferrari claramente superada.

Pero ganar en el circuito Gilles Villeneuve no será empresa fácil. Cierto es que, parece ser que este año la velocidad punta es para el Ferrari y eso, sin lugar a dudas les ayudará en las dos largas rectas de las que disfruta el trazado canadiense pero, ¿será suficiente? Esa es la gran pregunta. Desde Ferrari confían en conseguirlo y Sebastian Vettel está más que dispuesto a poner de su parte a pesar de que sabe que en lo que va de temporada no ha estado a su mejor nivel.

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“Canadá es una de esas carreras que nos gusta a todos los pilotos. Estamos en una isla aquí en Montreal, que es un lugar fantástico lleno de aficionados que crean una atmosfera única. Normalmente la pista es muy resbaladiza y hace falta algo de tiempo para que tenga más agarre”, comenta el Tetracampeón del equipo italiano que parece que ha hecho un buen cambio de chip.

“El circuito es conocido por tener un estilo ‘stop and go’, con largas rectas y fuertes frenadas, separados por curvas lentas y algunas chicanes en las que tienes que atacar los pianos. La parte final de la vuelta es clave, porque tienes que hacer muy bien la horquilla para tener velocidad en la recta antes de la chicane. Ahí es donde puede adelantar. El año pasado gané la carrera desde la pole. Intentaré hacer lo mismo”, concluye Vettel.

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Pero, obviamente no será fácil. Charles Leclerc no se lo pondrá fácil y le apretará las tuercas para tratar de aprovecharse de un error y, fuera del box de Ferrari, los Mercedes suponen la gran amenaza del año. Más aún en un circuito que tradicionalmente, Lewis Hamilton ha ido tan bien. De hecho, fue aquí, en el año 2007, donde cosechó su primer triunfo en la Fórmula 1.