Sebastian Vettel regresa al lugar del ‘crimen’. El piloto alemán vivió uno de sus momentos más complicados de 2017 en Azerbaiyán al impactar deliberadamente contra Lewis Hamilton. Recordemos los hechos: durante un período de Safety Car, cuando éste ya se disponía a abandonar la pista, Hamilton tomó las riendas del ritmo del pelotón de monoplazas. Al ralentizar la marcha, el alemán perdió los nervios y terminó impactando lateralmente contra el Mercedes del británico, lo que le costó una sanción de 10 segundos de ‘stop&go’.

Tal comportamiento fue muy cuestionado por parte de todo el paddock. La FIA decidió abrir una investigación más exhaustiva para decidir si el alemán debería ser castigado con más severidad. Sin embargo, finalmente el organismo regulador valoró que el alemán ya había cumplido castigo suficiente y optó por no tomar más medidas en su contra.

De vuelta en Azerbaiyán, Vettel afirma que lo pasó mal nada más bajarse del coche en la pasada edición: “Después de la carrera tenía la peor sensación”, reconoce al diario Welt. "Tuve que lidiar con eso. Así es la vida, las cosas que arruinas por ti mismo duelen más”, añade el alemán.

Vettel ha tenido sus más y sus menos con la FIA. En 2016, el alemán tuvo un encontronazo por radio con el director de carrera, Charlie Whiting, durante el GP de México. Sebastian le dijo, literalmente, que se fuese a la mierda.

Desde su última polémica en Azerbaiyán, Vettel parece haber templado más sus nervios. De hecho, el China fue víctima de la ansiedad de Max Verstappen; quien en este inicio de temporada está más fallón de lo que cabría esperar de uno de los grandes talentos de la parrilla: “Estuve tranquilo en el coche porque tuve que tratar de llevar el coche hasta el final para salvar algunos puntos”, aseguró Vettel sobre su incidente con el holandés en Shanghái.

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