Pascal Wehrlein concluyó el Gran Premio de Hungría decepcionado por la falta de ritmo de su MRT05 después de haber realizado, de nuevo, una gran salida que le había impulsado hasta la 16º posición en el primer giro de la carrera.

"Ha sido una carrera muy difícil. Quedó claro este fin de semana que esta no es una buena pista para nosotros y creo que eso se vio hoy. Tuve una gran salida y quedé 17º, e incluso escalé hasta la 16º, pero no teníamos un coche como para luchar en esas posiciones. Creo que lo positivo es que, incluso con todos estos factores, fuimos capaces de mantener a los Sauber por detrás, aunque en general estamos decepcionados", ha indicado el piloto alemán.

Rio Haryanto intentó una arriesgada estrategia a una sola parada con el uso de los blandos y los medios, que resultaron ser efectivamente muy resistentes aunque también tuvieron un ritmo demasiado lento.

"De nuevo intentamos estrategias diferentes con Pascal en busca de un mejor resultado. No funcionó para ninguno de nosotros sin embargo. Estaba rindiendo bastante bien al principio de carrera y parecía que podría ir a una sola parada. El ritmo con medios evidentemente no fue bueno pero la degradación era mucho menor que con los blandos, así que siempre es buena idea probar algo diferente, solo por si alguna oportunidad aparece", ha asegurado el #88.

La decepción del equipo quedó patente con las palabras de su director de competición, Dave Ryan, quien se mostró frustrado después de haber intentado estrategias arriesgadas y que no dieran el resultado esperado.

"La carrera de hoy fue un gran desafío. Intentamos estrategias diferentes de nuevo para cubrir todas las posibilidades, pero con solo un abandono, no pudimos lograr un mejor resultado. Ambos pilotos hicieron un gran trabajo para optimizar sus respectivas estrategias y Pascal logró mantener a (Marcus) Ericsson por detrás", ha concluido.