Cuando Lewis Hamilton y el equipo Mercedes fue llamado por los comisarios, uno podría esperar una férrea defensa y justificación de la maniobra por parte de Toto Wolff. Sin embargo, esto no fue necesario, pues salió un abogado aún mejor; Charlie Whiting.

El director de carrera y máximo responsable de los comisarios fue el máximo defensor de la maniobra de Lewis Hamilton, con argumentos que rozan lo absurdo, encontrando mil justificaciones para quitarle importancia a la maniobra que protagonizó el ganador del Gran Premio de Alemania, que si bien no fue peligrosa, sí infrinjió varias reglas.

En su afán de legislarlo todo, la FIA reconoce que se rompieron dos normas, la que obliga a un piloto a quedarse a un lado del bolardo una vez se sobrepase este, y la que no permite cruzar la línea continua de entrada o salida a boxes. Pero como hablamos de la FIA, obviamente todo tiene un gran grado de ambigüedad, incluidas las sanciones a aplicar.

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Whiting ejerció a la perfección su papel de abogado defensor. “La norma es para asegurarnos de que los pilotos no entran o salen del carril de forma peligrosa. Al entrar a boxes, no queremos que los pilotos hagan el movimiento en el último segundo. Esa fue la razón de poner el bolardo, pero no está claro si es peligroso que un piloto cambie de opinión si ya pasó el bolardo, o si esto implica un punto de retorno.”, explicó Whiting, cuya función es precisamente dejar esos puntos claros.

“La norma de la que habla todo el mundo es la que figura en las notas del evento, la que dice que, si estás entrando a boxes, debes quedarte a la derecha del bolardo, que es lo que Lewis hizo, pero luego cambión de opinión, obviamente”, continuó Whiting.

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Whiting también evitó hacer comparaciones con el precedente de Kimi Raikkonen en Bakú, asegurando que aquello fue distinto. En el de Kimi, había vehículos a alta velocidad, uno cerca del otro. Es lo que diferencia aquél incidente de este”, justificó.

Whiting quitó peso al hecho de la tardía investigación, afirmando que los comisarios estaban demasiado ocupados, algo que no les impidió, por ejemplo, sancionar rápidamente a Sainz por adelantar a un vehículo bajo periodo de coche de seguridad.

También resulta curioso el hecho de que aunque la defensa de Whiting iba enfocada a la justificación de la no sanción, Hamilton realmente si fue sancionado, aunque de forma muy leve con la tan socorrida reprimenda, ese comodín que tienen los comisarios para saldar una acción con una sanción, pero sin que esta tenga consecuencias.