Sin duda, el equipo que más está sufriendo esta temporada es Williams. La estructura de Grove confiaba en poder remontar el vuelo tras una campaña para el olvido el año pasado, pero los problemas empezaron incluso antes de que el coche se pusiera en pista debido a retrasos en la producción del monoplaza que hicieron que Williams se perdiera unas valiosas jornadas de test invernales.

Ese solo fue el comienzo de la pesadilla de Williams, pues pronto se vio que el monoplaza nació mal y tarde. El FW42 era claramente el más lento de la parrilla, hasta el punto de causar situaciones de peligro durante los test debido a la diferencia de velocidad con respecto a otros vehículos. De esta forma, Williams se vio sumida de nuevo al fondo de la parrilla con una diferencia todavía mayor que la pasada temporada.

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Williams es el único equipo que todavía no ha sumado puntos esta campaña y resulta habitual ver a los dos monoplazas cerrando la parrilla carrera tras carrera. A pesar de esta preocupante situación, la estructura británica tuvo algunos motivos para sonreír en Mónaco. Además de poder presumir de rodar más rápido que Mercedes en algunos puntos de la carrera, también destacaron en las paradas.

Robert Kubica tuvo la parada más rápida de la prueba, pues Williams efectuó el cambio de neumáticos en apenas 2,07 segundos. El equipo de Grove fue claramente el más rápido en boxes, pues el siguiente clasificado de esta particular competición acabó a una distancia considerable dentro de la gran velocidad a la que se realizan los pit stop. Esta es la primera vez que Williams lidera la clasificación de las paradas, una pequeña alegría dentro de un mar de penurias.

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