Cuando el Williams FW41 se puso en pista, los pilotos descubrieron amargamente como no solo no era un vehículo rápido, sino que era más lento que el FW40, y que, tal y como declaró Kubica, se volvía impredecible e ingobernable al tratar de marcar una vuelta rápida.
El poco rendimiento afectó notablemente a Williams, no por el hecho de haber construido un vehículo poco competitivo, sino porque no fueron capaces, hasta bien entrada la temporada, de comprender en qué aspectos habían fallado para hacer del FW41 un vehículo ‘roto’.
Sin embargo, en Grove acabaron dando con el origen de los problemas y ya sin tiempo para solucionar el FW41, se pusieron a trabajar para que el FW42 no repitiera los mismos fallos. “La atmósfera es buena, en realidad. Todos están trabajando muy duro. Obviamente, hemos tenido un plan de desarrollo que hemos llevado a cabo durante este tiempo y que ha sido probablemente como esperábamos.”, aseguró Claire Williams en declaraciones recogidas por RACER sobre el desarrollo del nuevo monoplaza.
“Creo que en este caso realmente tenemos que esperar a los test para ver qué están haciendo los demás, por lo que resulta bastante difícil juzgar el progreso que estamos haciendo en estos momentos. Estamos muy contentos de haber resuelto algunos de los problemas clave que tuvimos el año pasado, pero nuestra recuperación aún está en progreso.”, continuó comentando la máxima dirigente del equipo británico.
“Realizamos una gran cantidad de trabajo, asegurándonos que todo esté configurado de la manera correcta para que el trabajo sea el que necesitamos y que éste se adecúe al plan de recuperación.”, finalizó Claire, destacando el gran tiempo invertido en asegurarse de que las previsiones y diseños no contienen los errores de temporadas pasadas.
