Tras los fallos organizativos y logísticos durante el invierno que han provocado que el Williams FW42 sea el peor vehículo construido y puesto en pista por la factoría de Grove, era fácil pensar que el equipo británico optaría por una temporada de perfil bajo. Es decir, acudir a los Grandes Premios a cubrir el expediente más que a cualquier otra cosa.

Sin embargo, este es un perfil que no encaja con los pilotos que han pagado el asiento del equipo de Claire Williams esta temporada; Robert Kubica y George Russell. El británico es un joven talento, protegido de Mercedes, que llega a la Fórmula 1 con mucho por demostrar, y que con este vehículo, no puede hacerlo.

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El polaco, por su parte, llega tras un notorio ejercicio de superación a muchos niveles diferentes. Psicológico, físico y económico. A Kubica le ha costado mucho llegar aquí en muy diferentes sentidos, con el gran inconveniente de que el reloj juega en su contra. No es un piloto joven, y difícilmente podrá conseguir otro presupuesto como para comprar un asiento en el Gran Circo.

En otras palabras, muchas ganas de reivindicarse, de acortar años de adaptación a ritmo de récord, de dar con este vehículo más de lo que se puede. Un equipo que busca que sus pilotos, con los vehículos más lentos de la parrilla, y habiendo escatimado en repuestos, no arriesguen. Unos pilotos, que quieren demostrar ante el gran público que deben estar aquí. Mal coctel.

Sin opción a luchar por nada más que quedar por delante de su compañero, Kubica, sin experiencia en el trazado, acabó contra el muro en un costoso accidente. El día de antes, la mala suerte se cebó con el equipo e incrustó una tapa de alcantarilla en el vehículo de Russell. Cuanto menos quieres gastar, peor te salen las cosas, pensarán en Williams.

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Sea como sea, el equipo ha confirmado que realizarán trabajos a fondo en el vehículo de Robert Kubica, lo que les lleva a romper el parque cerrado con la consiguiente sanción, en este caso, partir a carrera desde boxes. En Williams explican que buscarán modificar la configuración para maximizar las opciones de carrera.

Una excusa que no convence, pues con accidente en clasificación o no, los Williams aspiraban a quedar únicamente por delante de los sancionados. Sí suena más a un intento de salvar todo lo que se pueda salvar, y reparar lo mínimamente reparable antes de optar por el intercambio de piezas, el cual harían alegremente en el resto de equipos. A perro flaco, todo son pulgas.