Toto Wolff ha explicado algunos de los secretos que se ocultan bajo el doble de Mercedes en Canadá, un logro que contrasta con el decepcionante Gran Premio que la formación de Brackley vivió en Mónaco.

Así, el austriaco asegura que un grupo de ingenieros trabajo durante los 10 días sucesivos a la prueba urbana, 24 horas durante los 7 días de la semana, para comprender qué había sucedido con el W08 en la sexta ronda del Mundial.

"Juntamos a un grupo de ingenieros, para estudiar qué había sucedido. Trabajaron día y noche, cuando estabas en la fábrica, siempre había luces encendidas y gente trabajando con el simulador. 24 horas durante los 7 días de la semana, durante 10 días consecutivos, nadie se tomó un día libre. No hay balas de plata en este deporte: consiste en analizar los datos y alcanzar conclusiones. Investigamos todas las áreas: la aerodinámica, balance mecánico, trabajo de set up, neumáticos y el modo en el que los pilotos conducen el coche", explica a Austosport.

De ese modo, el director de equipo de Mercedes cree que, pese al gran resultado del domingo, no se han solventado, todavía, los principales problemas de su actual monoplaza.

"Nunca he sentido eso. Mónaco parecía bastante sombrío, pero no caímos en depresión. Montreal se parece genial pero no diría que los problemas se han resuelto. Ciertamente, lo hemos entendido mucho mejor, con otro conjunto de valiosos puntos, ahora debemos trasladarnos a Bakú", concluye.