Fernando Alonso ya ha tenido su primera toma de contacto con el Dakar a bordo de un Toyota Hilux. El piloto asturiano probó a correr en el desierto durante una prueba realizada en Sudáfrica, en un entorno controlado para facilitar la adaptación de Alonso a un terreno totalmente nuevo para él, pues nunca se había aventurado en el mundo del ‘off-road’.

Acostumbrado a correr en un circuito cerrado, competir en terreno abierto es una experiencia inédita para Alonso, quien está decidido a hacer algo “sin precedentes” en el automovilismo. Este test podría derivar en una futura participación del asturiano en el Dakar, el rally más duro del mundo que pone al límite las capacidades físicas y mentales de todos los que toman la salida.

Alonso se encontró con muchas cosas nuevas en su primera inmersión en el mundo de los rallyes. “Durante las primeras pasadas, todo es muy diferente, sobre todo la velocidad a la que se pueden afrontar los saltos porque el terreno está muy bacheado en algunas zonas y nunca sabes cuánta velocidad puedes llevar ahí, pero me he sentido muy cómodo”, comentó.

“Todo el mundo me habló del calor que hacía, pero con el aire acondicionado no estaba mal. He estado muy cómodo, pero supongo que todavía voy despacio. Ha sido algo divertido, diferente, sobre todo el entender cuánto puede aceptar el coche. Acepta una cantidad de maltrato importante porque va sobre piedra, rocas, saltando… El coche responde bien a todo eso, seguramente fue lo más diferente”, añadió Alonso.