Antonio García vuelve a ser campeón de la categoría GT Le Mans del IMSA WeatherTech SportsCar Championship por segundo año consecutivo. El piloto madrileño y Jan Magnussen se aseguraron la corona tras el final de temporada del certamen, que tiene lugar en el circuito de Road Atlanta en la prueba conocida como Petit Le Mans. La regularidad fue la principal fortaleza de la dupla a lo largo de la temporada, aunque sufrieron hasta el final para conseguir el título.
García y Magnussen, que en esta cita estuvieron acompañados por Marcel Fassler al volante del Corvette #3, solo necesitaban terminar la carrera en cuarta posición para proclamarse campeones. El dúo tenía la ventaja de poder conservar durante las 10 horas de duración de la carrera, mientras que sus rivales se veían obligados a tomar más riesgos para tratar de arrebatarles el campeonato.
Partiendo desde la segunda posición de la parrilla, García realizó una buena arrancada que le puso en primera posición. El madrileño hizo justicia a su fama de ser uno de los pilotos de GTs más rápidos del mundo y realizó una espectacular primera tanda que pareció encarrillar definitivamente el campeonato. El trío tenía bastante bien controlada la carrera hasta que sus aspiraciones sufrieron un importante revés a falta de menos de tres horas para el final de la prueba.
García salió de boxes tras realizar una parada durante un periodo de neutralización y cometió un error muy poco habitual en él. Con los neumáticos fríos, el madrileño perdió el control de su Corvette y golpeó el muro con el frontal del vehículo. García consiguió regresar a boxes con el vehículo dañado para que el equipo realizara las reparaciones necesarias para volver a la carrera, una situación que puso en serio peligro sus opciones de título.
Las aspiraciones de García pasaron a depender del resultado de su principal rival por el campeonato, el Ford #67 de Ryan Briscoe y Richard Westbrook. Corvette realizó una gran labor reparando el vehículo y apenas necesitaron cinco minutos para que el coche regresara a la carrera, con García manteniéndose al volante para luchar por el título hasta el final. Totalmente decidido a no dejar escapar el campeonato, García consiguió recuperar hasta medio minuto vehículo que estaba en octavo lugar, el Ferrari #62.
Por fortuna para García, el Ford #67 fue perdiendo fuelle en los instantes finales de la carrera y terminó en quinta posición. Luchando hasta el último segundo, el octavo puesto fue suficiente para revalidar el título de la categoría GTLM. De esta manera, García y Magnussen lograron su segundo título consecutivo por regularidad pura, pues no sumaron ninguna victoria a lo largo de la temporada. La dupla solo se bajó del podio en tres ocasiones, mientras que sus rivales cometieron errores que les impidieron arrebatarle el título.
