Hoy os traemos unas imágenes exclusivas de la Transbetxí 2015, la última edición de la carrera de motocultores más famosa del mundo que como sabéis, patrocina cada año Red Bull. En esta ocasión, como novedad absoluta los equipos enfrentaron sus 'motorets' en parejas, uno contra otro sobre la pista y tuvimos la ocasión de colarnos en la cámara on board de uno de ellos.
Las imágenes son espectaculares y nos permiten sentir en nuestra propia piel la experiencia de estar subido de pie en la parte trasera de un motocultor que va a toda velocidad en un circuito off-road repleto de saltos y de noche. Como cada año fueron más de 50 los equipos que se dieron cita y por tanto hablamos de más de 100 valientes los que se dieron cita en esta localidad castellonense de los que sólo ocho llegaron a una fase final muy igualada.
En esta ocasión fue la pareja formada por Omar Piquer y Jose Cifuentes, ganadores del primer 'Red Bull Motorets', los que se llevaron el gato al agua. Los miembros de la escudería Cartonatges la plana derrotaron en la final a José Vedrí y Andrés Ramírez, dos veteranos de esta prueba. "La final ha sido muy ajustada. Hemos tenido que aprender el circuito sobre la marcha, porque no habíamos rodado en él, pero ha sido muy chulo", dijo Omar.
La Betxí este año recibió la visita de un anfitrión ilustre, el piloto de raids Joan Barreda. El castellonense no quiso perderse la prueba y sus paisanos se lo agradecieron, cediéndole incluso uno de los motocultores para que probara las sensaciones de estas peculiares cuatro ruedas durante una vuelta. Os dejamos ya con nuestras imágenes on board exclusivas.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
