El objetivo es claro: convertir al Rapide S en el primer vehículo que participa y finaliza una gran prueba automovilística como las 24 Horas de Nürburgring sin consumir un litro de gasolina ni emitir un sólo gramo de C02 y otros derivados contaminantes a la atmósfera. Para ello, se ha tomado la base de un Rapide S y se han realizado profundas reformas estructurales, como eliminar todos los elementos de confort (clave para no añadir más peso al conjunto al instalarse los tanques que almacenan el hidrógeno) así como la incorporación de las barras de refuerzo en la carrocería y la jaula de seguridad que protege al piloto en caso de accidente.
En la parte de la propulsión, los ingenieros de Aston Martin trabajaron con los de la empresa Alset Global para adaptar el 6.0 V12 de 476 caballos de serie para que funcione con gasolina e hidrógeno o con ambos combustibles. Empleando hidrógeno, el Rapide S acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 4,9 segundos (gana 0,3 décimas respecto al Rapide S de fábrica) y una punta de 305 kilómetros/hora (295 kilómetros/hora).
Toda esta tecnología se pondrá a prueba en la 41 edición del “ADAC Zurich 24 Hours of Nürburgring” en la categoría E1-XP, una clase experimental. En el evento, que se celebrará entre los días 17 y 20 de este mismo mes, correrán más de 200 GT por el célebre 'Infierno Verde' durante 1.440 minutos.
A finales de abril, el equipo que ha llevado a cabo el proyecto tuvo el primer contacto con la pista alemana ya que el Hybrid Hydrogen Rapide S se convirtió en el Race Pace en las Cuatro Horas de Nürburgring, con el 'jefazo' Ulrich Bez a sus mandos. Tras terminar, el doctor Bez declaró que “estoy muy orgulloso de nuestro equipo y nuestros aliados. Vamos a escribir una pequeña historia en la competición con esta intervención y en la próxima y más real de las 24 Horas”.
Con el desarrollo de este vehículo y dependiendo del éxito que se consiga (sin dejar de lado la fiabilidad), Aston Martin podría desarrollar una línea de trabajo para adaptar sus deportivos a este combustible.
