Con los recientes episodios de pilotos de élite retirándose, tanto el de Nico Rosberg con apenas 31 años como el de Mark Webber con apenas 40 aludiendo estar cansado de todo lo accesorio que suponen las carreras, la pregunta de rigor a Carlos Sainz sobre su edad y una posible retirada no se hizo esperar. Una pregunta que no necesitaba respuesta, pues la ilusión era patente, no solo cuando el piloto apareció en escena, sino cuando comenzó a hablar de esta nueva aventura.
Peugeot organizó un evento en el que Carlos Sainz y Lucas Cruz hablaban de un nuevo reto, de una nueva edición del Rally Dakar que tendrá lugar el próximo día 2 de Enero, con salida en Paraguay. Tanto Carlos como Lucas se sometieron a una ronda de preguntas por parte de los periodistas presentes. Carlos destacó la fortuna de poder dedicarse a lo que más le gusta, que siempre soñó con pilotar. Que le gusta, que realmente le encanta, y que así no hay forma de plantearse dejarlo.
“Estoy impaciente, con muchas ganas de que empiece” comenzó explicando Sainz. “Estos días siempre se hacen largos porque estás deseando de que la carrera empiece ya.” Acto seguido Carlos comenzó a hablar del Peugeot 3008 DKR y las evoluciones que ha recibido respecto a la versión de la pasada edición; “siempre se trabaja en suspensiones y en fiabilidad. El año pasado se nos paró el coche en la segunda etapa y ya nos veíamos fuera. Los técnicos han trabajado mucho en tratar de recuperar la potencia que vamos a perder por la disminución de la brida (que limita la absorción de aire) sobre todo a bajas, porque en altas no se puede, estás completamente limitado”
Y es que Carlos se mostró pensativo a la hora de situar a los Peugeot en carrera; “A nosotros nos han quitado brida y a Toyota se la han dado, entonces, de lo que vimos en Marruecos a lo que vamos a ver en el Dakar, no se parecerá en nada. Hablamos de una diferencia de unos 60 u 80 caballos”. Y precisamente en Toyota focalizó Sainz la rivalidad, no solo por los últimos cambios técnicos sino por la alineación del fabricante japonés, que en esta edición contará además de con el fijo Giniel de Villiers, con las incorporaciones de Nasser Al-Attiyah y Nani Roma. Al ser preguntado por los Mini de X-Raid, Sainz comentó que “Siempre son fiables. Un gran equipo, fuerte y competitivo. Este año se han quedado con Hirvonen, al que quizás le ha costado algo más adaptarse a los Raids y también con Terranova."
Sainz aprovechó una pregunta sobre la velocidad de los actuales Raids así como la del propio Sébastien Loeb para dar protagonismo a Lucas Cruz. “Sin copiloto, es imposible ganar. No sirve de nada ir a fondo si luego vas corriendo en círculos. Lo pudimos ver en China (Silk Way Rally), donde Loeb iba volando pero ganó Peterhansel a base de ir por donde tenía que ir.” Esto dio paso a la importancia de la navegación, cuya dificultad se ha intentado incrementar para esta edición. Lucas se mostró cauto con los nuevos “Way Point” ocultos y la ausencia de dirección en el GPS, que podría dar mucho juego durante rally, así como la limitación de la herramienta que les permitía saber por qué rumbo habían venido.
La conversación desembocó en la supuesta dureza del Rally de este año, en boca de Marc Coma, el más duro de los que se han hecho en Sudamérica. A lo que Sainz contesto; “los que conocemos bien a Marc, sabemos que si ha dicho esto, es porque va a ser verdad”, aunque también dijo que no había forma de saber lo que se iban a encontrar. Que incluso cuando les entregan el “Road Book”, no consiguen imaginarse qué tipo de terreno o trampas se van a encontrar.
“Estoy durmiendo en una tienda” comentó jocosamente Sainz al ser cuestionado por la preparación para competir en altura. “Hemos estado a gran altura, pero competir a esta altura es muy duro. Nos hemos preparado como hemos podido para prevenir la hipoxia, con cámara hiperbárica y demás, pero va a ser una incógnita.” Carlos también habló de la relación con su hijo durante estos días. “Es bastante gracioso. Durante todo el año soy yo el que no para de preguntarle cosas y ahora se invierten los papeles. Me pregunta que tal etapa, que pasó entre este CP y este CP que perdí tiempo, o por qué hay una diferencia entre esto y aquello. Le gusta mucho el Dakar.”
La conferencia finalizó con la pregunta que incidía sobre la mala racha de ediciones sin terminar y si este era el precio a pagar por intentar ganarlo. Sainz fue tajante diciendo que “a estas alturas, acabar segundo, tercero o no llegar... no me dice nada, no me importa. Yo salgo a ganar”.
Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.
