Pese a que la temporada del WeatherTech SportsCar Championship, el campeonato de resistencia de la IMSA, acaba de finalizar, el hecho de que en Enero tenga lugar la primera cita de la temporada que a la vez es la más prestigiosa del campeonato, las 24 horas de Daytona, provoca que no haya descanso para equipos y pilotos, hasta el punto de ya en Diciembre celebrar los primeros test conjuntos de la temporada 2017.

Como siempre ocurre en estos casos, la atención se centró en los diferentes estrenos, especialmente en los nuevos DPi, un vehículo que adapta la normativa LMP2 del ACO y la FIA y le añade ciertas modificaciones. Aunque desde Europa se decidió restringir los fabricantes autorizados a construir un chasis LMP2, esto no ha desincentivado la entrada de marcas en Estados Unidos, donde estas pueden añadir sus toques de distinción, interesándose hasta el momento tanto Mazda como Cadillac.

Concretamente, el Cadillac DPi-VR, ya cuenta con tres unidades totalmente operativas y rodando en pista, las dos adquiridas por el Action Express Racing, equipo que se ha llevado la victoria en las tres temporadas disputadas por este campeonato hasta la fecha dentro de la categoría Prototype, a bordo de los vetustos Daytona Prototype heredados de las Grand-Am, y otra más que ha ido a parar a manos del Wayne Taylor Racing, quien también ha decidido cambiar su Daytona Protoyte por uno de los nuevos Dpi. Las unidades serán fácilmente diferenciables, pues Action Express se ha inclinado por una decoración predominantemente blanca con tintes rojos o azules dependiendo del vehículo mientras que el Wayne Taylor mantiene el patrocinio de Konica Minolta y con ello el diseño negro con pinceladas azules.

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A nivel técnico, el nuevo Cadillac monta el mismo motor de 6.2 litros que en el Cadillac CTS-V de serie, aunque mientras que el V8 de la unidad de calle está sobrealimentada para rendir hasta los 640 caballos de potencia, la de competición es atmosférica, quedándose en 600 caballos de potencia para unos casi insignificantes 930 kilos de peso que lo convierten en una de las máquinas de competición más rápidas a la que los clientes pueden acceder.

Para la construcción del chasis, Cadillac ha optado por Dallara, uno de los pocos constructores autorizados por normativa junto a Oreca, Riley y Onroak. Los italianos trabajarán conjuntamente con Cadillac durante toda la temporada, interesados en evolucionar lo más rápido posible y mostrarse más fuertes que la competencia para decantar la balanza a su favor ante los nuevos clientes que en breve irán renovando la flota de desfasados LMP2.

Ciertamente, el Cadillac ha comenzado con buen pie, pues se ha llevado el mejor tiempo de la jornada, superando en casi dos segundos el tiempo de la unidad fabricada por Riley y en casi tres segundos al Mazda, también con chasis Dallara. Este nuevo Dpi ha dejado a los Ford GT y al Corvette C7.R de Antonio García perteneciente a la categoría GTE o GTLM a casi siete segundos por vuelta.

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Sergio Martínez

Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.