Más allá de los Países Bajos, pocos eran los que conocían la faceta aventurera de Kees Koolen, cuya participación en el Dakar era totalmente inadvertida a nivel internacional, al menos hasta que presentó una reclamación de cinco folios acusando a los dos Peugeot más adelantados en la clasificación, el de Carlos Sainz y el de Peterhansel, así como con algún que otro Mini que también pasaba por ahí.

Según la reclamación de Koolen, Sainz le había atropellado, y el resto de pilotos, no le habían auxiliado. Algo que comenzó como anecdótico pero que ha ganado más protagonismo del requerido gracias a la forzada jornada de descanso que ha tenido el Dakar, que ha decidido convertir esto en un pequeño show, publicando la hora de la comparecencia de los implicados, entre otros.

Las declaraciones de Koolen al respecto son una ristra de posibles titulares, de elija usted cual le gusta más. “Tengo acceso a los mejores abogados del mundo, quizás mejores que los de esta organización. Mis asesores lo analizarán y abriría una causa judicial.”, “Yo iba a 20 kilómetros por hora y el Peugeot iba a máxima velocidad”, “el quad quedo super dañado”, “Solo Despres me preguntó cómo estaba”, “Fue algo peligroso y podría haber muerto”, “Me golpeó en mi brazo y ni pidió disculpas”, “Si el coche hubiera estado 10cm a la izquierda, estaría muerto”, “si estuviera muerto sería más fácil para Sainz y Peugeot, porque ya no podría hablar más”, “He puesto esta reclamación porque muchos motoristas me lo han pedido, ya que ellos no se atreven.”, y así, una detrás de otras, recogidas por Sergio Lillo, enviado especial de Motorsport.

Lo cierto es que Koolen sigue en carrera, lo cual no cuadra con un quad golpeado por un coche a gran velocidad, y que el rasguño que mostró en televisión no concuerda con el golpe de un coche “a máxima velocidad”, por lo que según avanza la historia, salen más grises que claros.

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Especialmente tras las palabras de Orlando Terranova, que quiso advertir que este hombre podría tener intereses ocultos, pues es accionista de Toyota Overdrive, equipo del cual ninguno de sus coches estaba en la reclamación de cinco folios presentada por el neerlandés. Koolen ratificó su relación con Overdrive, pero le quitó importancia diciendo que es inversor de más de 100 compañías.

Pocos entienden la sanción impuesta por la organización. Primero, porque se ha presentado con un defecto de forma, indicando que el incidente ocurrió en el kilómetro 184 de la cuarta etapa, lo cual no es cierto e invalidaría directamente la sanción. Segundo, porque no hay pruebas de que ocurriese lo que se ha dicho, y porque cuesta creer que un golpe con un coche a gran velocidad no te deje más que un arañazo en el brazo.Tercero, porque diez minutos es una sanción irrisoria si se da por hecho que un piloto ha puesto en peligro la vida de otro piloto.

La impresión que queda es que ASO, organizadora del Dakar, ha querido una sanción salomónica. Sainz sancionado, por lo que el reclamante quedaría satisfecho, y una sanción que no debería afectar a las aspiraciones del piloto, por lo que no debería haber problema. Y el efecto ha sido el contrario. Koolen ha visto que ahora tiene altavoz, y Peugeot ha reaccionado con una reclamación que, una edición más, embargará el resultado final del Dakar hasta la resolución, meses después, en París.

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Sergio Martínez

Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.