Nos hemos quedado con ganas de ver como le sentaba el look de competición al flamante Porsche 911 GT3 que nos deslumbró en el pasado Salón de Ginebra. Sin embargo, es demasiado pronto aún y Porsche Motorsport ha tenido que preparar el GT3 R de 2013 basándose en la generación 997 y no en el 991 actual.

Porsche se defiende igualmente asegurando que ha incluido "numerosas modificaciones" en el GT3 R para este año y lo cierto es que al primer vistazo, ya identificamos unas aletas delanteras y traseras más anchas, fiel reflejo de que el ancho de vías en ambos ejes también se ha incrementado. Concretamente, ha crecido 50 milímetros tanto delante como detrás y la distancia entre ambos también ha crecido otros 10 mm.

En materia de aerodinámica, el Porsche GT3 R 2013 ha modificado: paragolpes delantero, aletas, panel trasero, bajos de la carrocería y difusor de aire posterior, además de alargar el carácterístico alerón trasero, cada vez más imponente.

El motor continúa siendo el bóxer 4.0 de seis cilindros y 500 caballos de potencia, que marcha asociado a la caja secuencial de Porsche de seis velocidades que se puede manejar desde las levas del volante. Este conjunto mecánico cuenta con una electrónica de última generación que ofrece ventajas como el salto automático de una marcha a otra cuando el motor está a punto de pasarse de vueltas, el control de tracción avanzado o un ABS de competición que nos ayuda a alargar al máximo las frenadas.

Estas modificaciones de 2013 estarán disponibles también para los clientes del GT3 R anterior, el kit completo sale por 45.500 euros.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.