El debate está servido. A partir de la próxima temporada, la IndyCar va a implementar una alternativa al halo que es una realidad desde la temporada 2018. Se trata del aeroscreen que ha desarrollado Red Bull y que también se probó por parte del equipo de Milton Keynes en alguna que otra ocasión.
Obviamente, los equipos de IndyCar también la probaron antes de implementarla. Fue el caso de Scott Dixon durante la temporada pasada durante una prueba con un sistema prototipo y que dista de la versión final, en la que claramente se ven mejoras a simple vista. Así pues, las comparaciones van a estar allí. IndyCar contra Fórmula 1. Halo contra aeroscreen.
El dispositivo está formado por una estructura de titanio en la que se ha encajado esta pantalla que dispone de un cristal similar a los antibalas que serán capaces de resistir impactos de 150 kiloNewtons, similar a la fuerza que es capaz de resistir el halo. La pantalla está hecha de policarbonato que será antireflectante para evitar que un posible destello pueda deslumbrar al piloto y que, dispondrá de los ‘tear-off’ como sucede con las viseras de los cascos.
“Desde los primeros prototipos que desarrollamos en 2016, el potencial del aeroscreen ha mejorado la seguridad de los pilotos para combatir impactos frontales en el habitáculo del piloto. Este nuevo acuerdo con la IndyCar permite a la división de tecnologías avanzadas de Red Bull explorar todo el potencial, y entregar un sistema de protección de lesiones graves y potencialmente permitirá salvar vidas”, explica Christian Horner.
Por su parte, Jay Frye, presidente de la IndyCar también ha mostrado sus sensaciones: “Este acuerdo del aeroscreen realmente exhibe la determinación por mejorar la seguridad del piloto. Quyeremos dar las gracias a todos en la división de tecnologías avanzadas de Red Bull por crear un diseño que significará una evolución en la seguridad en el deporte y no solo para la IndyCar, sino también en una visión global.”
