Estaba previsto y avisado. Durante la jornada del sábado se esperaban lluvias y estas no tardaron en llegar. De buena mañana, Texas amanecía bien mojado y en el circuito de las Américas no solo ha llovido, sino que se han dejado ver rayos. Dicha circunstancia ha provocado imprevistos y se ha tardado mucho más de lo esperado para ver motos en la pista.

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Debido a los rayos, los comisarios no han podido desplazarse hasta sus puestos de trabajo en las distintas curvas del trazado. Por seguridad las puertas del circuito han estado cerradas y no sería hasta media mañana que se iba a empezar a volver a la normalidad, primero con los comisarios yendo a sus respectivos lugares y, después, se han abierto las puertas para que accedieran a sus localidades los aficionados desplazados.

A consecuencia de todos los retrasos, se han tenido que reducir la duración de los entrenamientos libres 3, para no tener que modificar las distintas sesiones de clasificación. De tal manera, cada una de las prácticas libres ha pasado a tener una duración de 20 minutos. Con ello se ha conseguido que la clasificación se pudiera disputar en el horario previsto inicialmente.

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Se ha esperado hasta las 11 de la mañana, momento para el cual se iban a disputar las sesiones de libres reducidas. Empezaba a haber actividad en los boxes de moto3, categoría que iba a empezar con el movimiento en pista, pero finalmente se han cancelado los entrenamientos libres debido al riesgo de más tormentas y a la baja visibilidad. La clasificación, por ahora se mantiene, pero a expensas de lo que pueda suceder en cuanto a lo que meteorológicamente se refiere.

Se trata pues de la primera jornada de Gran Premio alterada en lo que va de temporada. Una de aquellas jornadas que nadie quiere vivir, pero es cierto que más vale prevenir que curar. Precisamente, en el circuito se ha recomendado a la gente que se protegiese bajo las estructuras mientras la tormenta pasaba, para evitar así cualquier posible susto.