El año 2018 fue, para el trazado británico de Silverstone, uno de los más duros de su historia. Y eso que hablamos de la cuna del deporte del motor. Allí se fraguó todo, comenzando por la primera carrera de Fórmula 1 reconocida como tal. Además, también es la sede de los Grandes Premios de Gran Bretaña de Fórmula 1 y MotoGP.
Se trata pues, de uno de los circuitos más importantes, situado en uno de los países con más tradición. Bajo ese contexto todo lo ocurrido la temporada pasada, tanto con la Fórmula 1 como con MotoGP fue una herida muy profunda que todavía a día de hoy duele. Pero con el tiempo sanará. Por ahora lo que se ha acordado es un reasfaltado para repetir un episodio como el de 2018.
Primero fue la Fórmula 1 la que tuvo que sufrir el bacheado asfalto del circuito británico. Los propios pilotos mostraron su más absoluto descontento a un nuevo asfalto que se había colocado el mismo año. Un mes más tarde fue el turno del Mundial de MotoGP. Aquello si que fue un verdadero escándalo. La lluvia fue protagonista y la carrera se tuvo que cancelar debido a que la pista no ofrecía ningún tipo de agarre ni drenaje de agua. Además, allí Tito Rabat sufrió una importante lesión tras sufrir una caída que le dejaba fuera de lo que restaba de temporada y de la que a día de hoy aún está renqueante.
En esta ocasión el reasfaltado lo hará una empresa distinta. Es el turno para que la empresa Tarmac haga un buen trabajo. Tanto es así que Dorna ha renovado su contrato con Silverstone para que el circuito acoja el GP de Gran Bretaña hasta la temporada 2021. El tiempo dirá si esa ha sido una buena decisión y si este nuevo asfalto es de mayor calidad que el de 2018.
