Pese a que ha habido cierta fortuna con los resultados, queda claro que la Yamaha de la que disponen Maverick Viñales y Valentino Rossi es mejorable y no está al nivel para pelear contra la Honda de Marc Márquez. El test era una excelente oportunidad para probar los avances que se han ido desarrollando en la fábrica desde que empezó la temporada y poder recortar diferencias.
Sin embargo, las sensaciones recogidas no han sido positivas. Se han vuelto a ver claramente superados en cuanto a tiempos por los pilotos del equipo Petronas por un margen de tiempo importante y, aunque es un test y los tiempos pasan a un segundo plano la actitud de ‘il dottore’ no invita al optimismo y es que Rossi no cree que nada de lo que han probado vaya a suponer una ganancia den tiempos.
“En los últimos 20 minutos quise probar los dos neumáticos de Michelin, son neumáticos que usaremos en Austria y Buriram. Son muy duros, pero quería hacerlo porque solemos sufrir con ellos. Así que no hice ‘time attack’”, explica el italiano con un insólito negativismo en la actitud que suele transmitir ante la prensa.
“Hemos probado muchas pequeñas cosas para intentar mejorar el conjunto, especialmente en aceleración, agarre y todo eso”, comenta Rossi tras la que fue una intensa jornada. “No fue mal el test. Era muy importante hacerlo aquí porque durante el fin de semana nos ha costado. No encontramos nada que cambie nuestras vidas, pero sí pequeños detalles que si juntamos igual podemos ser fuertes.”
“Estamos trabajando y creo que hemos mejorado. Es muy difícil hacerlo en poco tiempo cuando queda tanto por hacer. Ha sido un buen test. Es difícil porque el nivel es muy alto. Las otras motos van muy fuertes. Necesitamos algo de tiempo. Al menos empezamos a ver algunos frutos y las cosas van un poco mejor”, concluye finalmente ‘il dottore’, que aún tiene esperanzas de que lo que han probado haya servido de algo.
