La primera victoria de la temporada de Yamaha estaba al caer. El despliegue en forma de rendimiento que venía acreditando Fabio Quartararo no podía ser fruto de la casualidad. La moto estaba para luchar. Franco Morbidelli y Maverick Viñales tampoco estaban demasiado lejos de sus números, en especial el piloto español y, finalmente, en Assen se culminó con la victoria de Maverick Viñales.
De esta forma, a excepción de KTM y Aprilia, todas las marcas del Mundial han ganado como mínimo una carrera. En Yamaha quieren aprovechar el buen momento y el que, a priori es un circuito propicio para su moto como es Sachsenring, para irse a las vacaciones de MotoGP con la mejor de las sensaciones, la de haber ganado las últimas dos citas. Maverick ha dejado clara que sus intenciones son exactamente las mismas que las de la marca.
“La victoria de Assen llegó cuando más lo necesitábamos y nos dio confianza para seguir trabajando duro. Llegamos a Alemania con la intención de demostrar que lo sucedido en Holanda no fue casualidad, sino el resultado de mucho trabajo”, explica el piloto catalán de Yamaha que seguirá apretando para seguir dando alegrías a la marca del diapasón.
“Normalmente voy rápido en Sachsenring, así que creo que tenemos suficiente potencial como para terminar en el podio”, zanja un Maverick Viñales que no va a dar su brazo a torcer y se va a agarrar, de ser necesario, a un clavo ardiente para seguir reduciendo la diferencia con los pilotos que tiene por delante en la clasificación general, incluido su compañero de equipo que no está pasando por el mejor momento, Valentino Rossi.
