La participación de Fernando Alonso en las 24 Horas de Le Mans de la mano de Toyota ha desencadenado todo un huracán mediático en torno al piloto asturiano. Alonso realizará su debut en la mítica carrera de resistencia este fin de semana, en una cita donde tiene muchas opciones de hacerse con la victoria al ser los dos coches de la marca japonesa los únicos aspirantes serios a conseguir el triunfo en la edición de este año.

Debido a la expectación que genera la presencia de Alonso, muchos han acusado a Toyota de priorizar al asturiano para que gane Le Mans en su primera participación. Estas acusaciones llegan después de las órdenes de equipo que se vieron en las 6 Horas de Spa, impidiendo a la unidad hermana atacar al vehículo de Alonso en los últimos instantes de la prueba.

Aparte de posibles problemas mecánicos y accidentes, el único rival que se encontrarán Alonso y sus compañeros Kazuki Nakajima y Sebastien Buemi es el otro Toyota, pues son los únicos LMP1 oficiales que competirán en Le Mans en esta ocasión. La marca no ha tardado en defenderse de las acusaciones negando la existencia de algún tipo de favoritismo con Alonso. “Nuestros coches competirán por la victoria con el objetivo de lograr un doblete de Toyota. Ambos empezarán la carrera con las mismas opciones de ganar”, declaró un portavoz.

De esta manera, Toyota quiere quitar hierro a un asunto que no debe interponerse en el objetivo de la estructura: ganar por primera vez las 24 Horas de Le Mans tras los intentos fallidos de las pasadas ediciones, en las que partieron como favoritos. El Toyota #8 obtuvo la pole provisional tras la primera sesión de clasificación del pasado miércoles, pero todavía quedan dos sesiones para decidir la parrilla para la carrera del sábado.