El alquiler ya no es una práctica reservada casi exclusivamente para el sector turístico. La situación actual económica y las cada vez más estrictas restricciones urbanas al tráfico rodado, han hecho del alquiler una alternativa más que interesante para cubrir los desplazamientos personales y familiares esporádicos.

Por ello es muy preocupante, desde el punto de vista de los usuarios, que esta actuación del Ayuntamiento de Madrid haya descubierto estas generalizadas prácticas irregulares y sancionables.En concreto,la inspección ha revelado que: el 64,1% de los contratos incluyen cláusulas abusivas que perjudican al cliente. el 12,8 por ciento no anunciaba como es preceptivo las hojas de reclamación o, sencillamente, no disponían de ellas. el 7,7% de los establecimientos exhibían publicidades engañosas sobre sus servicios. el 6,4 por ciento no entregaban el recibo correspondiente al servicio contratado.

El 3,8% no comunicaba el precio final completo del alquiler contratado.La Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos (FENEVAL), junto con el Instituto Municipal de Consumo y la Dirección General de Consumo madrileña han elaborado un contrato tipo para todos sus asociados, sin cláusulas abusivas y que garantiza los derechos del consumidor.

A la hora de alquilar habrá por tanto que leer atentamente la letra pequeña y, sobre todo, acudir a un establecimiento de confianza, que ofrezca las garantías avaladas por la federación de alquiladores y los organismos oficiales competentes.