Los datos corresponden a 2010 y han sido publicados en la jornada "Decenio de acción para la Seguridad Vial 2011-2020", organizada por los ministerios de Sanidad y Justicia y la Dirección General de Tráfico (DGT). Las cifras arrojan datos que merecen una reflexión social de hondo calado: más del 40 por ciento de los muertos en accidente podrían seguir vivos si no se hubieran puesto al volante con sus facultades alteradas, o hubieran decidido no subir a un coche que no debían. La mayoría de los conductores fallecidos, el 73 %, superaba la tasa permitida del alcohol, un 29 % había tomado drogas, y casi un 20 % psicofármacos. De hecho, más del 76 % de los conductores que dieron positivo por alcohol superaban la tasa de 1,2 gramos por litro de sangre, límite para castigar como un delito la ingesta de alcohol al volante.

Algo similar sucede en el caso de los peatones, en los que son mayoría los fallecidos que fueron atropellados después de haber bebido -62 %- seguidos de los que dieron positivo por psicofármacos. Además, un 88 % de los peatones que dieron positivo por alcohol, superaban también la tasa límite de 1,2 gramos por litro de sangre contemplado en el Código Penal.

Aumentan las drogas en los accidentes
Por drogas, la más detectada es la cocaína, seguida del cannabis y las drogas de diseño basadas en las anfetaminas. El director del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, Juan Luis Valverde, ha explicado que se han detectado una treintena de sustancias psicoactivas, algunas de las cuales pueden comprarse fácilmente por Internet, y que suponen un riesgo para la salud y un grave peligro si se conduce bajo sus efectos. Además, las autopsias alertan del “incremento imparable" de la presencia de psicofármacos en las personas accidentadas.