Estas imágenes publicadas por el site Czech Exotics están dando mucho que hablar en la red. En ellas podemos ver una nueva unidad del Ferrari FXX K la creación más salvaje de la marca del 'cavallino', paseando plácidamente por las calles de Maranello. Sí, a nadie en esta localidad le pillará por sorpresa ver un Ferrari por la calle, pero es que no hablamos de uno cualquiera sino del hypercar destinado a los circuitos que, al menos en principio, no iba a ser homologado para calle.
Ferrari se comprometió a fabricar sólo 40 unidades a razón de 2,5 millones de euros cada uno y por supuesto, no tardaron en agotarse. Desde entonces sabemos que han sido muchos los clientes que han llamado para interesarse por este modelo y desde algunos medios se apunta a la posibilidad de que la serie puede aumentarse e incluso de que haya algunas unidades homologadas para carretera.
Nosotros nos inclinamos más por otra teoría: en Maranello Ferrari es la ley, aparte de la principal atracción turística de la ciudad. Seguramente, el coche no recorrió por la vía pública más distancia que la que separa la factoría de la pista de Fiorano –a penas unos metros– y es que ya son varias las unidades producidas del FXX K y este mismo año se completarán los 40 estipulados.
Vale la pena recordar que el Ferrari FXX K ha sido desarrollado a partir del último LaFerrari y que cuenta con un conjunto híbrido HY-KERS de 1.050 caballos de potencia, 87 más que el citado LaFerrari. El V12 atmosférico entrega 860 caballos y el propulsor eléctrico 190 y tanto el chasis como la aerodinámica y la electrónica del FXX K son específicas y pensadas para circuito.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
