Los coches eléctricos suponen todavía una asignatura pendiente para la industria del motor, se necesita invertir muchas horas en investigación y desarrollo para mejorar la autonomía de sus baterías, así que como la durabilidad de las mismas, sus prestaciones, coste de fabricación o su tamaño y peso. Fundamentalmente se tiene que hacer hincapié en este elemento, las baterías, puesto que son el corazón de este tipo de coches.

Sin embargo, más allá del trabajo técnico, los ingenieros también tienen que esforzarse en otros aspectos, puesto que reciéntemente un equipo de hackers ha demostrado la vulnerabilidad de los automóviles en materia de seguridad. El ataque se produjo en el marco de la conferencia SyScan +360, donde un grupo de hackers chinos logró controlar de forma remota la apertura y cierre de puertas, luces, claxon y techo solar de un Tesla Model S.

Según Vicente Díaz, Analista Principal de Seguridad de Kapersky Lab: "todavía queda mucho trabajo por hacer, sobre todo en materia de seguridad, antes de que se convierta en una tecnología habitual". Este departamento de la firma rusa experta en seguridad informática ofrece una serie de pautas a tener en cuenta para evitar los peligros de la conectividad de los vehículos. Los riesgos que pueden sufrir los usuarios de los coches conectados van desde el robo de contraseñas, apertura de puertas, acceso a servicios remotos, o localización del coche hasta incluso el control físico del vehículo.