Al igual que sucediera en 1989 con la primera generación del Honda NSX y Ayrton Senna, Honda ha presentado en sociedad el nuevo NSX con un maestro de ceremonías de lujo, el piloto de McLaren-Honda Fernando Alonso. A diferencia de aquella vez, los mocasines brillantes y los calcetines blancos no han formado parte de este evento, que congregó a la prensa del motor española para dar a conocer las bondades del Honda NSX 2017, el deportivo híbrido de 581 caballos de potencia.

Aunque los resultados en Fórmula 1 no están cumpliendo las espectivas, Honda quiere demostrar de lo que son capaces con este nuevo modelo, que cuenta con tres motores eléctricos combinados con uno de gasolina y un impresionante arsenal tecnológico. Es cierto que la primera generación del deportivo nipón puso el listón muy alto, pero el mundo ha evolucionado mucho a lo largo de casi tres décadas, y el NSX se ha estado gestando durante años para dar el do de pecho y recoger por todo lo grande el testigo de su predecesor.

La diversión al volante está asegurada

Después de dar unas vueltas al trazado portugués y con la mirada puesta ya en el Gran Premio de Silverstone, que se celebra este fin de semana en Inglaterra, el piloto asturiano reconoce que se ha divertido más con el nuevo NSX que con su McLaren MP4-31, con el que constantemente tiene que ir buscando los límites y la máxima precisión: "el Fórmula 1 es como el dibujo técnico, mientras que el NSX es dibujo artístico, no hay que buscar el milímetro como hacemos en competición".