En este sentido, durante la última sesión de control al Gobierno en el Senado, el ministro del Interior, Antonio Camacho ha afirmado que el debate generado a raíz de la introducción del límite de 110 kilómetros por hora a principios del verano -y su posterior subida a 120 kilómetros por hora- ha provocado "la concienciación de los conductores" lo que ha generado "que se circule a una menor velocidad en las carreteras españolas".

A pesar de volver a los 120 km/h, corremos menos
Así, ha indicado que la velocidad media de los conductores se redujo de manera "importante" entre un 3 y un 10% entre marzo y junio, coincidiendo con el límite de 110 km/h en autopista y autovía, y posteriormente, con la vuelta a los 120 km/h en el mes de julio, "se ha mantenido esa tendencia a reducir la velocidad" con una disminución del 3 y el 6% en julio y agosto, respectivamente, de la velocidad media.

En respuesta al senador del PSC, Rafel Bruguera, Camacho ha reconocido que las medidas adoptadas sobre la reducción de la velocidad a 110 km/h en las autopistas no se tomaron "con el objetivo de reducir la seguridad vial sino por razones energéticas".

Sin embargo, ha señalado que la medida ha tenido un efecto sobre la siniestralidad. "Lo importante es el debate generado entre conductores sobre la importancia de la velocidad y la reducción de la velocidad media de los conductores", ha enfatizado.

"A menor velocidad, menos siniestralidad y heridos", ha subrayado el ministro que ha recordado que, entre los meses de julio y agosto, se ha producido un descenso de 41 fallecidos y 159 heridos respecto a 2010, cifras que sitúan a España en los niveles de los años 60 "cuando el número de conductores y el parque de coches era menor". "Ahora se consume menos, somos más ecológicos y el nivel siniestralidad se sitúa en el de los años 60", ha reiterado.