La trayectoria de Max Verstappen está siendo meteórica, el joven piloto de Fórmula 1 acaba de llegar a la categoría reina y ya ha conseguido un asiento en uno de los equipos más punteros, Red Bull Racing, con el que consiguió su primera victoria en el pasado Gran Premio de España. Desde entonces no ha dejado de cosechar éxitos, enlazando dos podiums consecutivos en las últimas carreras y pisándole los talones en la clasificación general a su compañero de equipo Daniel Ricciardo.

Pero entre carrera y carrera, el belga ha cumplido la mayoría de edad y ha tenido tiempo para sacarse el carné de conducir ¿y cuál ha sido el modelo elegido para sus desplazamientos privados? Ni más ni menos que un Porsche 911 GT3 RS, uno de los deportivos más radicales del panorama automovilístico actual.

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El de Red-Bull ha desembolsado algo más de 300.000 euros por su nuevo juguete, aunque eso sí, antes de adquirirlo tuvo que pedir permiso a sus progenitores, como bien señala Jos Verstappen: "Si Max quiere comprarse algo grande, debe tener primero nuestro permiso, como ha hecho ahora con su nuevo coche". Al fin y al cabo, no deja de ser un adolescente que acaba de cumplir los 18 años, aunque su padre también reconoce que "es muy cuidadoso en carreteras normales".

Hacerse con las riendas del 911 GTR RS no debería ser un problema para Max, que acostumbrado a los monoplazas de Fórmula 1 será capaz de administrar sin mayor dificultad los 500 caballos de potencia producidos por el Bóxer de seis cilindros y cuatro litros que equipa este 'nueveonce' de color plateado. Recordamos que se trata de uno de los Porsche más extremos, todo un coche de carreras homologado para circular por la vía pública.