Los meteorólogos llevan alertando varios días de que una ola de frío barre España desde hoy hasta principios de la semana que viene, haciendo que los termómetros registren temperaturas máximas próximas al punto de congelación del agua en muchos puntos de nuestra geografía. La climatología es una de las cosas que el ser humano aún no controla aunque lo intenta y no es posible cambiar el día de la presentación del Audi TT Roadster que tiene lugar en un destino que gusta mucho a los alemanes: Palma de Mallorca, que tampoco se libra del azote gélido. Acomodados en el asiento tipo bacquet rematado en un excelente cuero, vemos que el cuadro de mandos digital Audi virtual cockpit de 12,3 pulgadas registra apenas ocho grados del exterior, lo que no nos amedrenta y apretamos sin pensar el botón de descapotado. ¿A qué hemos venido si no? Siempre y cuando las nubes lo permitan...

En apenas 10 segundos (se nos antoja alguno menos debido a la rapidez del mecanismo) estamos en disposición de disfrutar de la conducción al aire libre, una operación que se realiza siempre en parado o hasta una velocidad máxima de 50 por hora. Antes hemos presionado otro botón, el de encendido, con el que se ha despertado el corazón que nos une a esta máquina: el 2.0 TFSI de 310 caballos de la versión S. Es cierto que el aire empieza a rodear nuestro cuerpo, así que no queda otra que conectar la climatización (cuyos mandos se encuentran en los propios aireadores) y activar tanto la calefacción del asiento como la de la zona del cuello, esto último sólo si se montan los asientos S. Ahora sí que estamos en disposición de afrontar la Sierra de Tramuntana.

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Además del TTS, hay disponible un 2.0 TFSI con 230 caballos y un 2.0 TDI ultra con 184 caballos

El asfalto está húmedo y en algunas zonas, la suciedad es una constante, sobre todo, en las curvas más cerradas. De momento, el TTS nos ha regalado una grata sonoridad y una aceleración asombrosa, que es de 4,9 segundos en el 0 a 100 con la caja automática S Tronic de doble embrague, la que llevamos (se trata de un opcional). La tremenda elasticidad del bloque, con 380 Newton/metro entre 1.800 y 5.700 vueltas, nos asegura las pegadas al siento, principalmente entre la segunda y la cuarta relación de las seis disponibles. No obstante, circulamos con el programa Dynamic del Audi drive select, por lo que las respuestas al acelerador son más inmediatas y la dirección se muestra todavía más precisa si cabe. Este modo también afecta al escape puesto que dos mariposas se abren para regalar una melodía que engatusa más que el estribillo del último éxito de cualquier estrella del panorama musical.

A la hora de abordar los giros, el propio chasis es una delicia y una garantía para divertinos hasta límites insospechados. Pero, sin duda, que la tracción integral quattro con embrague multidisco de accionamiento electrohidráulico esté latente es una garantía (en seco, hasta el 50% del par va al eje trasero mientras que con poco agarre, como es el caso, hasta el 100% se envía a las ruedas delanteras). A pesar de que damos gas antes de tiempo en la curva, el TTS demuestra que quiere ir pegado al asfalto para hacer que el conductor se olvide de correcciones con el volante y sólo se centre en una cosa: disfrutar. Las dimensiones del coche (mide 4,18 metros de largo, 2,1 centímetros menos que su antecesor) y el peso que soporta la plataforma MQB (de en torno a 1.400 kilos) también influyen en este carácter ratonero. En la dinámica sólo encontramos un pero: los frenos; éstos actúan con bastante eficacia al principio aunque se aprecia una muy progresiva pérdida de efectividad, mitigable si los dejamos enfriar. La suspensión, por su parte, nos parece que tiene un buen compromiso entre confort y deportividad.

Decidimos que es hora de poner el techo y apreciar la acústica del TTS desde otro ángulo. Lo cierto es que la estructura es tan buena que amortigua el ruido procedente del exterior, algo en lo que influye las cinco capas de material utilizado, que tienen en total un grosor de 15 milímetros, incluida la zona textil final, la que se ve. Las gotas de la lluvia que impactan sobre ella son una buena prueba para comprobar la estanqueidad, que pasa con nota el examen ya que no hay rastro de humedad ni en las juntas. En un capítulo más práctico, el plegado en Z permite que el maletero cubique 280 litros, más o menos los que ofrece un Volkswagen Polo. Además, el cliente la elige entre tres colores: negro, gris y beis.

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Hasta el momento, uno de cada cuatro TT que se venden es un Roadster. ¿Cambiará esto con la nueva generación?

El TT Roadster ya está en los concesionarios de la marca desde 44.650 euros por el 2.0 TFSI y 45.850 euros por el TDI de 184 caballos. El TTS Roadster, que estará a la venta a partir de marzo, arranca en 62.580 euros. Como parte del equipamiento de serie, cualquier TT Roadster incluye cuatro airbag, sistema de protección integrado en los reposacabezas que mitigan las consecuencias de un accidente, asientos deportivos con reposacabezas integrados, anclaje ISOFIX en el asiento del copiloto, Audi virtual cockpit, radio MMI con CD y MP3, faros xenón plus, volante multifunción, freno electromecánico, Start&Stop, climatizador y llantas de 17 pulgadas. Como opcionales más destacados están los asistentes a la conducción (cambio de carril, de aparcamiento, reconocimiento de señales...) o los paquetes S Line o Audi desing selection, entre otros.

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