Fiat 'estira' 20 centímetros su 500L para sorprendernos con esta versión Living, capaz de acoger en sus 4,35 metros de largo hasta siete plazas. El resto de sus dimensiones –1,78 metros de ancho y 1,67 metros de alto– son idénticas a las del 500L normal y se oferta al mismo precio en cualquiera de sus dos configuraciones: 5+2 asientos, o sólo cinco y 638 litros de maletero.

El Fiat 500L Living puede ser una alternativa real a monovolúmenes más grandes y costosos porque su espacio interior resulta realmente aprovechable, pero lo mejor es que entre los modelos de su tamaño, sólo el Volkswagen Touran ofrece la posibilidad de incluir esas siete plazas y beneficiarse, por ejemplo, del descuento en el Plan PIVE para familias numerosas –1.000 euros extra–. Respecto al 500L normal, el Living resulta unos 1.800 euros más caro, pero tiene un maletero de 295 litros extra e incluye de serie elementos de equipamiento tan importantes como el sensor de aparcamiento trasero, los faros antiniebla, el retrovisor interior anti-deslumbramiento, climatizador, encendido automático de luces y limpiaparabrisas o los elevalunas eléctricos traseros.

Por tanto, esta versión resulta especialmente interesante por su relación precio/equipamiento y por su mayor funcionalidad pero, ¿perderá puntos en marcha? Desde luego que no. Al volante, nada nos recuerda que conducimos la versión larga del 500L, el bastidor marcha bien asentado y sólo si pretendemos salir demasiado rápido de las curvas escucharemos chirriar los neumáticos con algo más de antelación. Por lo demás, ofrece reacciones nobles y la suspensión un ajuste bastante equilibrado, tirando un poco a blando quizá, algo habitual en este tipo de vehículos. La dirección resulta demasiado asistida y eso que incluye un control 'City' para que los más enclenques puedan moverla con un sólo dedo en ciudad.

Lo que más llama la atención es el puesto de conducción, tan elevado como el de un todocamino, así como el diseño interior, que combina detalles acertados con otros algo menos ergonómicos. En este sentido, la pantalla táctil o el volante multifunción son originales e intuitivos, pero el pomo de la palanca del cambio –por ejemplo–, nos pareció excesivamente grande para manejarla con facilidad. Los asientos de la segunda banqueta también ofrecen una resistencia excesiva para poder plegarlos y desplegarlos con rapidez.

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Por lo demás, la gama de motores es tan popular como reducida, pues sólo estará compuesta por dos propulsores en nuestro mercado. Los dos gasolina de 95 –1.4– y 105 caballos –0.9 Twin Turbo– que se ofertarán en otros países no lo harán en el nuestro. Aquí nos conformamos con los dos Diesel de 85 –1.3 Multijet– y 105 caballos –1.6 Multijet–, ambos con Start&Stop de serie. Entre los dos, el primero nos pareció más recomendable, pues se requiere de toda su potencia para adelantar con solvencia o mantener buenos cruceros en autovía con un coche que no es precisamente aerodinámico y que puede llegar a circular muy cargado, dado su volumen.

El Fiat 500L Living sólo se ofrece con un nivel de acabado que además del equipamiento citado puede incluir una cámara de marcha atrás –muy útil–, navegador, 15 tipos de llantas de aleación y tapacubos, seis tapicerías y 19 colores para pintar el exterior, 11 de ellos bitono –como el de la imagen superior–. Fiat anuncia hasta 282 combinaciones posibles para un modelo que arranca en los 18.800 euros con el motor 1.3 Multijet de 85 CV y 20.200 euros para el 1.6 Multijet de 105 CV.

fiat 500l living   vista del habitáculo con sus 7 plazas disponibles