En uno de los aparcamientos exteriores del aeropuerto de El Prat se encuentra una veintena de Mercedes E Coupé perfectamente alineada. Como buenos alemanes que han venido a nuestro país, están 'tostándose' con los rayos de sol poniéndose coloraos a imagen y semejanza del personal de Mercedes que vela por la integridad de los coches, pero nosotros decidimos que los Coupé deben salir de aquí para que hagan turismo por los alrededores de Barcelona. Sin apenas dudarlo, salimos de las instalaciones con el E 300, un gasolina cuatro cilindros turbo de 245 caballos–58.500 euros–, un motor que tiene una respuesta correcta, un consumo ajustado y que de vez en cuando regala alguna que otra floritura como unos petardeos en segunda y tercera. Bien es cierto que el modo Sport+ es el mejor de todos para exprimir a fondo el empuje que ofrece este bloque a tan sólo 1.400 vueltas, pero el cambio automático de nueve marchas es brusco en el salto entre relaciones, ya sea acelerando como frenando. Esto no ocurre con el resto de programas predefinidos del Dynamic Select; como curiosidad, estos 'radicalismos' en Sport+ también han aparecido en las otras dos mecánicas que han pasado por nuestras manos.

Tras el E 300, llega el turno del 400 4Matic, un V6 de tres litros y 333 caballos –74.900 euros–. De primeras no sólo tiene una sonoridad mucho más estimulante sino que la suavidad es la nota dominante, entendida ésta como ausencia de vibraciones y una absoluta progresividad. La respuesta al acelerador es más viva debido a los 10 kilográmetros más de par disponibles –48,9 frente a 37,7 del 300–. El 400 permite ir con un ritmo más alegre lo que nos permite apreciar que el E Coupé no es un vehículo ligero que se diga y es que, de media y en vacío, pesa 1.700 kilos; ahora suma el equipaje y los acompañantes…

Detrás sí pueden acomodarse adultos siempre y cuando no midan más de 1,80 metros

Para el final hemos dejado el 220 d, el turbodiésel de 194 caballos que ya conocemos en la berlina y en el familiar Estate –desde 53.700 euros–. Como nos ha sucedido en éstos, la rumorosidad es alta y la respuesta tampoco es la esperada porque, recordemos, el tetracilíndrico tiene que arrastrar más de 1.800 kilos. En el otro lado de la balanza hay que destacar el contenido consumo de carburante que puede pasar de unos cinco litros en autopista a unos siete u ocho litros en conducción muy deportiva. Lástima que, como en los otros propulsores, no podamos forzar a través de un botón el manejo manual de la caja de cambios para estirar un poco más las relaciones.

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El acabado Edition 1 de las imágenes cuesta más de 14.000 euros

En líneas generales la dirección es una delicia y todo un descubrimiento que permite que el E Coupé se maneje como un Clase A, y eso que hablamos de un coche de 4,82 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,43 metros de alto. Sin duda, el radio de giro que describen las ruedas delanteras ayuda a maniobrar en espacios muy reducidos. Y no hay que olvidarse de la asistencia eléctrica, perfecta para estos menesteres. La suspensión también merece un capítulo de análisis específico ya que existen tres opciones: la estándar de serie –Agility Control–, la intermedia Dynamic Body Control con varias regulaciones y la superior Air Body Control, neumática con varias posiciones de conducción. Hemos probado las dos últimas en situaciones muy parecidas y a pesar de la evolución técnica de la Air Body, la Dynamic cumple sobradamente para el día a día sacando a relucir siempre el lado más confortable. Precisamente el confort es la nota dominante en el E Coupé, característica compartida con el resto de hermanos de gama –berlina, Estate y All-Terrain–.

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En septiembre llega un Diesel V6 de 258 caballos más acorde con la filosofía del E Coupé

Dentro de las innovaciones con las que se presenta el E Coupé están los pilotos traseros con función bienvenida y los limpiaparabrisas Magic Vision Control. Los primeros varían su iluminación como hacen los faros de led cada vez que abrimos el coche –una pijotada, vaya– mientras que, los segundos, tienen multitud de orificios por los que sólo sale agua en una ocasión en vez de hacerlo en spray en cada barrido como hacen los limpias tradicionales, de ahí que la visibilidad sea siempre mejor al no haber agua esparcida por el cristal y no sólo porque lo diga la marca, sino también tras nuestra experiencia.

De puertas para dentro el ambiente es el esperado y sólo los aireadores del climatizador y los asientos de corte deportivo son específicos del E Coupé; el resto de la presentación se mantiene inalterada respecto a la berlina, de ahí que los materiales de primerísima calidad como el cuero o los acolchados del salpicadero dominen el habitáculo, aunque es cierto que algunos plásticos podrían ser mejores como los que rodean a la parte inferior de la consola. El sistema de pantallas digitales múltiples de 12,3 pulgadas cada una es un extra indispensable por el buen funcionamiento y el excelente resultado visual incluso en días soleados con multitud de posibilidades de configuración aunque seguimos echando en falta que la central sea táctil.

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A lo anterior hay que añadir extras como los faros Multibeam Led con 84 diodos cuyo haz convierte la noche en día –1.300 euros– o cualquier terminación AMG que potencia el lado más racing de este vehículo, aunque sólo sea visualmente. Metidos en 'harina', que se note que el E Coupé es el que más 'clase' tiene…

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