Con dos nuevas versiones de acceso con tracción delantera y motores menos potentes –un 1.4 TSI de 122 caballos y un 2.0 TDI de 110– el precio de inicio del nuevo Tiguan será previsiblemente más accesible –en Alemania ronda los 24.000 euros– y con ello llegará a un grupo de compradores más amplio.

En su nuevo diseño destacan unos grupos ópticos casi idénticos a los del Touareg, que cuentan con tecnología LED e introducen las ya obligatorias luces diurnas. La parrilla es de nueva factura y cuenta con una toma de aire central que en su conjunto le confieren una mayor presencia y seriedad. Además se puede optar por dos frontales que permiten modificar el ángulo de ataque hasta los 28 grados frente a los 18 de la versión estándar, con lo que se mejoran las aptitudes todo terreno. Esta variante más campera –denominada Country– ofrece también un protector para los bajos del coche y sobre todo un botón 'Off road' muy útil en pendientes prolongadas porque actúa sobre la gestión del acelerador, el ABS y el cambio DSG y activa el asistente de arranque en pendientes. En la zaga también encontramos unos faros de nueva factura que recuerdan a los últimos modelos de la marca como el Passat.

En el interior, apreciamos ligeros cambios como nuevas tonalidades para la tapicería, los asientos y las molduras de las puertas, así como una nueva pantalla a color para el ordenador de viaje que se maneja desde el nuevo volante multifunción.

La posición de conducción es cómoda, se sitúa entre un turismo y un todo terreno, aunque la palanca de cambios está un poco retrasada.

Gracias a la multitud de opciones disponibles podemos configurar un Tiguan a nuestro gusto y presupuesto. Se parte de cuatro niveles de equipamiento –Advance, Sport, Country y Excellence– que se pueden combinar con un equipamiento tecnológico que puede incluir los últimos avances tecnológicos como son un detector de fatiga, asistentes de luz–que incluye faros bixenón– o un sistema de mantenimiento de carril, que avisa al conductor con leves vibraciones en el volante de que el vehículo está perdiendo la trayectoria fijada, e incluso es capaz de efectuar leves correcciones, como pudimos comprobar en la jornada de pruebas. Por último hay disponible un diferencial electrónico autoblocante XDS que frena la rueda interna en curvas y minimiza los subvirajes.

A la carta

La mayoría de este equipamiento se incluir en la gama de motores disponible. Son seis las opciones, dos de gasolina y tres Diesel. Entre las primeras destaca la incorporación de una nueva variante 1.4 TSI de 122 caballos, que a pesar de su limitada cilindrada, ofrece una cifra de potencia razonable, gracias a la utilización de un turbo. El otro motor de gasolina es el conocido 1.8 TSI de 180 caballos. En el caso de los Diesel la variante de acceso es el 2.0 TDI de 110 caballos, potencia algo justa para el tamaño y peso del vehículo. Del mismo bloque derivan las otras dos variantes, también conocidas, de 140 y 170 caballos.

Los motores más potentes, 1.8 TSI y 2.0 TDI 170cv llevan tracción 4Motion de serie, en el TDI 140cv es opcional y el resto son de tracción delantera.

La mayoría de los motores se pueden combinar con el cambio automático de doble embrague DSG, de serie en el 1.8 TSI. También está disponible la tecnología BlueMotion que incluye un sistema Stop&Start y un mecanismo de recuperación de la energía de frenado que contribuyen a disminuir el consumo.

El Volkswagen Tiguan ha vendido a nivel global a día de hoy 572.000 desde que fue lanzado en 2007, lo que demuestra su aceptación en el mercado. Ahora, gracias a las nuevas versiones el precio de acceso será inferior -aunque todavía la marca no los ha facilitado- y con ello podremos optar a un coche muy práctico que permite una utilización versátil gracias a su carrocería elevada y a su equilibrado comportamiento en asfalto y conducción off road.

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