En mayo llega al mercado la versión renovada del 308. Los cambios afectan a todas las variantes de carrocería –cinco puertas, familiar (SW) y descapotable (CC)– y se aprecian sobre todo en el frontal, con faros menos afilados, capó más bajo y contornos cromados en la calandra, que no obstante sigue manteniendo el gran tamaño, marca de la casa. Además, el parachoques también se modifica para albergar unos nuevos grupos ópticos auxiliares, que incorporan tanto los faros antiniebla como los LED de la luz de marcha diurna, otra novedad que caracterizará al modelo y cuyo diseño variará según versiones. Además de refrescar la imagen, todos estos cambios permiten mejorar el coeficiente aerodinámico del 308, que ahora es de 0’28 (CX), entre los mejores de su segmento. En el interior apenas se producen cambios. Tan solo destaca la nueva consola central que estrena un nuevo acabado.
La ventaja de una mejor aerodinámica se traduce fundamentalmente en la optimización del consumo, la principal prioridad funcional que se esconde tras los cambios operados en este superventas. Así, Peugeot introduce la denominada por PSA tecnología micro-híbrida de la mano del motor 1.6 e-HDi FAP de 112 caballos, ya visto en el recientemente renovado Citroën C4 y dotado de un sistema “start-stop” de última generación. Se puede asociar tanto a un cambio manual de seis velocidades como a una caja de cambios robotizada; a diferencia del Citroën, en el que sólo está disponible con cambio automático. Según Peugeot permite unas emisiones de 98 gramos / kilómetro, cifra de momento pendiente de homologación.
La gama del nuevo Peugeot 308 es muy completa, ya que cuenta con cuatro motores de gasolina y cuatro Diesel. Los primeros tienen una potencia de 98, 120, 156 y 200 caballos. Esta última es la versión GTI que incluye un equipamiento específico más enfocado a la deportividad. En cuanto a las variantes Diesel desarrollan una potencia de 92, 112, 150 y 163 caballos. La mayoría de estas versiones se pueden combinar con la nueva caja de cambios automática pilotada.
Durante la breve toma de contacto del nuevo modelo por los alrededores de Niza, comprobamos las nuevas culidades del Peugeot 308. La variante más recomendable es la 1.6 e–HDi de 112 caballos gracias a sus excelentes registros de consumo medio homologado –4,4 litros por cada 100 kilómetros– y bajo nivel de emisiones de CO2. Al volante la suavidad es lo más destacado. Se nota el trabajo llevado a cabo en el sistema "start&stop" que es el más efectivo de los que hemos probado. Su arranque es muy suave, rápido y sin apenas vibraciones y su utilización más amplia gracias a que por debajo de 20 kilómetros/hora –con cambio manual– se pone en funcionamiento. Basta con poner punto muerto y el sistema entra en acción. Cuando se activa se ilumina un indicador en el cuadro de instrumentos con la palabra ECO. Este mecanismo además tiene un rango de utilización muy amplio ya que actúa entre los -5º grados y los 30º.
Justo en el extremo opuesto de la gama encontramos la versión GTI con 200 caballos. Al contrario de lo que pueda parecer es un GTI bastante racional, e incluso soso si lo comparamos por ejemplo con un Ibiza Cupra . Para empezar solo esta a la venta con carrocería de cinco puertas y su estética es bastante sobria. Monta un motor turboalimentado de 200 caballos que destaca sobre todo por su elasticidad con un cambio manual perfectamente escalonado y de tacto correcto, aunque con un recorrido de palanca largo. La suspensión es bastante equilibrada y no ofrece un tarado excesivamente rígido como ocurre con otras variantes deportivas de la competencia.
