La versión más desconocida para muchos del deportivo alemán por excelencia es la denominada Targa. Es el punto intermedio entre el Coupe y el Cabrio gracias a un techo desmontable entre el pilar A y B, que permite disfrutar de una conducción casi de descapotable pero más protegidos por la parte trasera de la carrocería. Desde su lanzamiento hace casi 50 años, Porsche ha producido más de 853.000 unidades de este icono deportivo de la saga 911. Ya en su aniversario, en el año 2013, se entregaron a los clientes más de 30.200 unidades.

Con el Porsche 911 Targa 2014 la firma de Stuttgart vuelve a los orígenes de este concepto pero añade los avances tecnológicos propios del nuevo 991. En esta nueva generación se combina, por primera vez, el concepto clásico Targa con una nueva tecnología para el plegado del techo. Al igual que el legendario Targa original, el modelo 2014 dispone del característico arco ancho en lugar de los pilares B, una sección de techo móvil sobre los asientos delanteros y una luneta trasera envolvente sin pilar C. A diferencia del modelo clásico, el techo del nuevo Targa puede abrirse y cerrarse con sólo pulsar un botón. En este caso, el sistema de techo, completamente automático, almacena la capota detrás de los asientos posteriores.

Además del comentado rediseño, el nuevo Targa incluye el control de tracción inteligente a las cuatro ruedas PTM –Porsche Traction Management–, típico de Porsche, que garantiza el máximo dinamismo de conducción sobre cualquier superficie y bajo cualquier tipo de condición meteorológica.

Ahorro de peso
Los materiales del sistema del techo son el magnesio y mantienen especialmente tensa la capota de tela. Esta tecnología procede de la capota con traviesas anchas del 911 Carrera Cabriolet, un desarrollo de Porsche. Un aislamiento adicional debajo de la lona de la capota actúa como termoaislante y reduce también los ruidos de marcha con el techo cerrado. Además, un homenaje al Targa original de 1965 son las tres branquias y el anagrama «targa» en los laterales del arco. La luneta trasera, de cristal de seguridad laminado especialmente ligero, consta de dos capas de cristal. Este mecanismo se combina con una carrocería del 911 Targa que se basa en la estructura del 911 Carrera 4 Cabriolet.

Gracias a esto, la nueva generación no sólo aprovecha las ventajas de peso que ofrece la construcción de acero-aluminio, sino que también ofrece unos excelentes valores de rigidez. Esto repercute positivamente en la seguridad. Se incluye además el sistema de protección lateral POSIP –Porsche Side Impact Protection System– de serie, con elementos protectores contra impactos laterales y seis airbags, completan la seguridad del conductor y el acompañante.

Dos versiones equipadas exclusivamente con tracción total
La condición cuatro por cuatro del nuevo 911 Targa se reconoce a simple vista: en comparación con los 911 Carrera con tracción a dos ruedas, en el Targa cada paso de rueda trasero se ha ampliado 22 milímetros y los neumáticos traseros son 10 milímetros más anchos. Al igual que en el modelo anterior, la nueva generación Targa puede adquirirse en dos versiones diferentes equipadas exclusivamente con tracción total. El motor del 911 Targa 4 es un motor bóxer de 3,4 litros y 350 caballos. Con cambio PDK y paquete Sport Chrono, el nuevo modelo acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 4,8 segundos, y, con cambio manual, alcanza una velocidad máxima de 282. El consumo medio es de 9,5 y 8,7 litros por cada 100 kilómetros, con unas emisiones de CO2 de 223-204 gramos por kilómetro, en función de la caja de cambios montada.

Un homenaje al Targa original de 1965 son las tres branquias y el anagrama «targa» en los laterales del arco

El modelo más potente es el 911 Targa 4S con motor de 400 caballos y una cilindrada de 3,8 litros. Equipado con cambio PDK y paquete Sport Chrono alcanza una velocidad máxima de 296 kilómetros/hora y acelera de 0 a 100 en 4,4 segundos. El consumo de combustible se sitúa entre 10,0 y 9,2 litros por cada 100 kilómetros y tiene unas emisiones de CO2 de entre 237-214 gramos por kilómetro en función de la caja de cambios que incorpore. Estos valores reflejan que tanto las prestaciones del motor, como las prestaciones de conducción y el grado de eficiencia se sitúan al mismo alto nivel del 911 Carrera 4 Cabriolet. Ambos modelos deportivos cumplen la norma europea de emisiones Euro 6.

Esta versión a medio camino entre un descapotable y un cupé ha vencido todos los inconvenientes de su especial configuración –motor detrás del eje posterior–, con una respuesta del tren delantero excepcional y previsible. Tampoco acusa problemas de rigidez gracias a la nueva puesta a punto del excepcional chasis, unido a una dirección eléctrica y unida a la suspensión de ajuste variable.

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Asimismo, la nueva generación del 911 Targa puede equiparse opcionalmente con un sistema de escape deportivo. Al pulsar un botón se desestrangula la conducción de los gases de escape y se unen ambos tramos de salida. El sistema de escape deportivo se activa a través de un botón dispuesto en la consola central y produce un sonido aún más intenso del motor bóxer de seis cilindros unido a un despliegue de potencia óptimo. El resultado es una acústica aún más impresionante. Para diferenciarlo visualmente, este sistema posee dos tubos finales dobles con un diseño propio.

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