Conocemos al BMW Serie 2 Cabrio desde sus primeras imágenes espía, en cambio, hasta ahora no lo habíamos tenido cerca. La casa de Múnich decidió estrenarlo en Estados Unidos antes de traerlo a Europa y ahora su llegada ha coincidido con la subida de las temperaturas.
La Serie 2 completa así una gama extensa, recibiendo a un sucesor Serie 1 Cabrio que conserva su característica capota de lona en lugar de apostar por un techo rígido como el del BMW Serie 4. En cambio, aunque lo parezca no se trata del mismo techo, BMW ha confeccionado una nueva lona bi-capa que según sus mediciones reduce el ruido hasta en 5 decibelios en el interior y además se puede plegar y desplegar en sólo 20 segundos y con el coche en marcha, hasta una velocidad de 50 km/h.
Además, esta capota se puede elegir en tres colores distintos: beige, gris y negro, a combinar con los cuatro de la carrocería: negro, gris antracita y marrón, aparte del azul metalizado del M235i. La gama estrena también nuevos packs de equipamiento, cinco en concreto, que permiten dotar al Serie 2 cabrio de elementos como los asientos calefactados o el deflector de aire que cubre las plazas traseras cuando estas van vacías para evitar turbulencias.
Por otro lado, sus dimensiones son idénticas a las del Serie 2 Coupé, mide 4,43 metros de largo, 1,77 metros de ancho y presenta una altura de 1,41 metros, de modo que la habitabilidad es calcada, mejor eso sí que la del Serie 1 Cabrio sobre todo en la parte trasera, dotada de dos plazas reales y un maletero de 335 litros–280 cuando plegamos la capota para alojarla en él–.
La oferta mecánica la componen las variantes 218i, 220i, 228i y M235i de gasolina, así como el Diesel 220d Cabrio. El primero monta el 1.5 Turbo de tres cilindros y 135 caballos, los dos siguientes comparten motor, el 2.0 turbo de 184 y 245 caballos, mientras que el último es el potente 3.0 turbo de seis cilindros y 326 caballos. Finalmente, el 220d conserva 2.0 turbodiésel de 190 caballos. Con cualquiera de sus motorizaciones, BMW ofrece la posibilidad de montar la caja de cambios manual de seis marchas y –como opción–, la automática de ocho, por convertidor de par.
Para nuestra prueba, optamos por la versión 220d en combinación con el cambio automático Steptronic, una mecánica contrastada que sin embargo declara 6 caballos más. Desde luego, la diferencia de potencia es inapreciable y lo más destacado sigue siendo la gran relación entre prestaciones y consumo que ofrece este propulsor, enérgico a bajo régimen pero elástico y también es bastante silencioso. El cambio funciona incluso con mayor suavidad, es rápido y contribuye a ahorrar combustible pero volvimos a echar en falta unas levas tras el volante para guiarlo en modo secuencial algo que en BMW se paga aparte –unos 200 euros por el 'cambio deportivo'–.
Por lo demás, el comportamiento es más que correcto. El chasis demuestra una gran estabilidad en las zonas de curvas, aunque en relación al Coupé se aprecia cierta pérdida de rigidez estructural. Conduciéndolo en autovía, a rirmo pausado y con la capota quitada, cabe resaltar su buena protección al viento. Con el techo cubierto, el aislamiento acústico es notable, aunque no completo. El Coupé resulta más cómodo para viajar.
Este Serie 2 Cabrio ya está a la venta en nuestro mercado con unos precios que van desde los 35.900 euros del 218i más básico a los 58.270 € del M235i. En materia de equipamiento, destacan las diferentes líneas de acabado que se pueden escoger y que determinan tanto el aspecto exterior como el interior del Serie 2 Cabrio: Advantage, Sport Line, Luxury y M Sport. Además, el cliente puede optar entre tres tipos de suspensión distinta: la normal, la adaptativa M o la deportiva M –más baja y rígida–. Los accesorios de BMW Performance también están disponibles para este Serie 2 Cabrio, que podremos dotar de frenos sobredimensionados con pinzas específicas, llantas de mayor tamaño o parachoques y faldones más vistosos.
