La segunda generación del BMW X3 cambia de apariencia y aumenta su tamaño para diferenciarse del resto de sus competidores, una modificación que por otro lado estaba prácticamente cantada tras la llegada del BMW X1, cuyas dimensiones eran casi calcadas a las del X3 que se ha vendido hasta ahora. El nuevo mide 4,65 metros de largo, 1,88 de ancho y tiene una altura de 1,66 metros. Es decir, es 8 centímetros más largo que su antecesor, cerca de tres centímetros más ancho y tiene una altura muy similar, es 1,3 centímetros más bajo y eso que la nueva suspensión permite que con respecto al suelo la altura sea un centímetro superior -21 centímetros frente a 20-.

Con estas cotas, resulta significativamente más grande que un Volkswagen Tiguan o un Mercedes GLK, pero también supera en tamaño a los actuales Audi Q5 o el Volvo XC60. Por el contrario, un Lexus RX es 12 centímetros más largo y más amplio por dentro, aunque el X3 ha mejorado la habitabilidad de la parte trasera, tanto por espacio para las rodillas como por el volumen del maletero disponible. Ahora cubica hasta 550 litros ampliables a 1.600 si abatimos la banqueta trasera que -opcionalmente- puede dividirse en tres partes: 40/20/40.

El anterior X3 se conformaba con 480/1560 litros y el resto de sus rivales tampoco llegan a ofrecer un volumen de carga similar.

En apariencia, el habitáculo también sufre importantes variaciones que le asemejan al resto de los nuevos BMW. Podemos destacar el nuevo volante multifunción, el rediseñado mando 'i-Drive' que incluye más controles y accesos directos y, sobre todo, los últimos gadgets y sistemas tecnológicos de ayuda a la conducción. Por ejemplo, podemos incluir el proyector de información en el parabrisas ‘Head Up Display’ , la suspensión adaptativa o el diferencial trasero activo ‘Dynamic Performance Control’, el autoencendido del alumbrado de carretera o el dispositivo ‘Top View’ que facilita el aparcamiento mediante la visión de tres cámaras, una de ellas situada en la parte superior del vehículo.

El equipamiento de serie no es tan extenso pero sí incluye seis airbags, control de estabilidad, climatizador bi-zona, freno de estacionamiento eléctrico y pantalla multifunción de 8,8 pulgadas, aunque también hay que resaltar que sólo hay dos versiones a la venta hasta el momento y se prevé que la gama se complete por abajo próximamente con versiones más asequibles.

BLANCO O NEGRO

En lo referente a la gama de motores sólo se puede optar entre dos, uno de gasolina y otro Diesel. El primero es el seis cilindros de 3.0 litros biturbo de inyección directa que desarrolla 306 caballos de potencia y que en el X3 recibe el nombre de xDrive35i. Esta versión sólo puede llevar el cambio automático de ocho velocidades que funciona con gran suavidad y rapidez. Hemos probado el mismo motor con cambio manual en varios turismos de la marca y en éstos nos ha parecido mucho más nervioso que en el X3. Sin embargo, sigue ofreciendo un poder de aceleración considerable y un tacto exquisito. Además, ha mejorado un 12,5% sus prestaciones y rebajado un 8% su consumo, según los datos oficiales. Su precio parte en los 59.200 euros.

Por otro lado, la versión llamada a acaparar el mayor índice de ventas es la xDrive20d que se ofrece desde 42.900 euros e incorpora la última actualización del motor 2.0 turbodiésel, de 184 caballos. El nuevo motor mejora en 4% el rendimiento del anterior y rebaja en 14% el gasto de combustible, en concreto, consume 0,9 litros/100 kilómetros menos que el de 177 caballos. Con este motor, el BMW X3 es el coche de su categoría con mejor relación entre potencia y consumo. Se conforma con 5,6 litros a los 100. A diferencia del gasolina, puede llevar un cambio manual de seis velocidades o el automático de ocho.

EN FAENA

Durante la toma de contacto pudimos realizar un buen número de kilómetros tanto por carretera como por pistas de tierra con el X3 xDrive20d de caja manual y nos pareció un coche suficientemente cómodo y capaz en las dos superficies. Si bien las carreteras de la zona no son especialmente reviradas, si resultan adecuadas para comprobar la capacidad de absorción de la nueva suspensión adaptativa, que puede ajustarse en tres posiciones: Normal, Sport y Sport Plus. Entre la primera y las dos siguientes el cambio de rigidez es notable, mientras que el Plus de deportividad que separa a las dos últimas hay que buscarlo en la desconexión automática del ESP que se produce cuando elegimos el ajuste más deportivo y que hace reaccionar más al tren trasero a la salida de las curvas. En cualquier caso, la motricidad del X3 nos parece excelente y es una de sus grandes cualidades para circular con garantías por los caminos en buen estado junto con el asistente de descensos.

El X3 se beneficia del novedoso sistema 'Performance Control', que asociado al ESP, actúa como un autoblocante electrónico.

En carretera tan sólo detectamos algunos ruidos aerodinámicos inquietantes para un coche de su tipo a altas velocidades, debido al gran tamaño de los espejos retrovisores, mientras que en las curvas la sensación de estabilidad es muy correcta.

Por último, todos los X3 equipan de serie el paquete Efficient Dynamics de la marca, que incluye el sistema Start&Stop; de arranque y parada automáticos del motor, un alternador recupera energía del motor en fases de retención y frenada, así como unos neumáticos ecológicos, de baja resistencia a la rodadura.

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