Mide 4,28 metros de largo, unos 27 centímetros más que el Mazda 2 y también es siete más ancho y cuatro más alto, todo para ganar 'corpulencia' y entrar en el competido y atractivo segmento de los 4x4 urbanos, aunque el CX-3 llega con argumentos de verdadero SUV, ya que es de los pocos de su categoría que puede contar con tracción total. Del '2' toma la plataforma, el salpicadero y muchos detalles del interior, pero las similitudes se acaban ahí. La altura libre al suelo del CX-3 es de 15 centímetros, algo escasa para un modelo con vocación campera, pero suficiente para lo que suelen hacer la mayoría de los clientes.

El habitáculo tiene unas terminaciones y una imagen tan buenas como en el urbano antes citado, con materiales excelentes y una más que notable sensación de coche 'bien hecho'. El espacio en las plazas delanteras es amplio, pero detrás la anchura es buena para dos y escasa para tres, con un espacio para las piernas bueno si los ocupantes no superan el 1,80. El maletero ofrece 350 litros, sea cual sea el tipo de tracción, con un práctico sistema que permite situar el fondo a dos diferentes alturas.

Los motores disponibles son un gasolina de 2.0 litros con potencias de 120 y 150 caballos, y un Diesel de 1.5 litros con 105 caballos, éste último el único que puede llevar tracción delantera o total, ya que el gasolina 'pequeño' es siempre tracción delantera y el más potente integral. El cambio manual de seis velocidades es de serie con todos los propulsores, con un manejo excelente por precisión y recorridos cortos. Hay disponible en opción un cambio automático con convertidor de par con el mismo número de velocidades. La suspensión delantera es independiente, tipo McPherson, mientras que detrás es un eje torsional semi-independiente, sin que varíe en función del tipo de tracción empleado.

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La tracción total emplea un sistema casi idéntico al del CX-5, un embrague central multidisco que se encarga del reparto de par entre las ruedas delanteras y las traseras, aunque en condiciones de buen agarre las delanteras son las que reciben la mayor parte del par. El sistema puede llegar a igualar la entrega de fuerza entre los dos ejes, pero se realiza de forma automática, sin que el conductor disponga de un interruptor para realizar el bloqueo del embrague central.

Si se monta el equipo de audio, el maletero pierde más de 60 litros de capacidad por culpa de un subwoofer

Con un reglaje de suspensiones firme pero cómodo, el CX-3 disfruta de la agilidad y el toque ligeramente deportivo que tienen todos los últimos Mazda. Balanceos muy contenidos y comodidad general en cualquier tipo de firme, con una dirección que contribuye al buen tacto general y que resulta algo más rápida que en el Mazda 2. El equipamiento de ayudas a la conducción es realmente amplio y cuenta con elementos como el control de crucero activo o la alerta de tráfico perpendicular trasero, muy práctico a la hora de salir marcha atrás de un garaje o un aparcamiento en batería. A estos dispositivos se unen la alerta de cambio de carril, control de ángulo muerto y la frenada automática en ciudad hasta los 30 kilómetros/hora.

El nuevo Mazda CX-3 se pone a la venta en junio con un precio que arranca en los 20.345 euros para el gasolina de 120 caballos con tracción delantera.

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